Es curioso cómo funciona nuestra mente. Y cómo funcionamos asociando sensaciones a las cosas, o incluso etiquetándolas. Y cómo eso nos condiciona la forma que tenemos de percibirlo. A ver, a ver… me estoy liando un poco, ¿no?
A lo que me refiero es que la mente tiende a «etiquetar» las cosas, a encorsetar y encasillar estas cosas según sus etiquetas. Estas etiquetas vienen de información que recibe de nosotros mismos o del exterior. Por ejemplo, hacer deporte se ha visto siempre como algo bueno para la salud, pero que no tiene por qué ser divertido, sino más bien una rutina a la que nos obligamos para no sentirnos mal. Del mismo modo, viajar lo asociamos siempre a un tiempo de ocio y vacaciones, donde los buenos hábitos y las rutinas no tienen cabida porque estás de viaje. ¿Me equivoco?
Pero… ¿y si le damos una vuelta a estos conceptos? ¿Y si reconducimos un poco lo que ambas cosas significan?
Como hemos comentado en otros artículos -como De soledad a plenitud: Estrategias para disfrutar tu tiempo en el extranjero-, cuidar del cuerpo, la mente y el espíritu son piezas fundamentales que tienen que encajar. Encontrar ese balance es donde reside la plenitud y el bienestar.
El deporte o la actividad física es una pieza fundamental que ya explicamos en el artículo de cómo encontrarnos a través de las montañas. Y es que aprender que tu cuerpo es tu templo, entenderlo, y saber valorarlo y cómo funciona, te permitirá ser consciente de quién eres y cómo relacionarte con el mundo.
Moverte en tu día a día, practicar algún deporte o ir a la montaña el fin de semana es algo relativamente sencillo pero… ¿cómo lo haces cuando estás de viaje? ¿Qué pasa con la gente que vive viajando? ¿o con la gente nómada, que no tiene un lugar fijo de residencia? ¿O la gente que viaja constantemente por trabajo?
Existen muchas formas de disfrutar del viajar a través del deporte, de mantenerse activo mientras descubres y de sentirte bien, sano y en forma a la vez que exploras tu nuevo destino. Estos son algunos de los consejos para tener una vida activa mientras viajas:
Esto, además de permitirte conocer nuevas personas y ser una forma de conectar con gente local, es también una forma fácil de hacer deporte (llegas y sigues la clase, sin necesidad de prepararte ni pensar) y además te puede permitir descubrir deportes locales como hacer surf en Costa Rica, unirte a grupos de correr en Nairobi o practicar tai-chi en los parques de China. Todo esto muchas veces es gratis si te acercas a los parques de la ciudad, ¡así que no hay excusa!
Sin duda correr por la ciudad, los parques o las colinas de alrededor es una forma increíble de descubrir la zona mientras haces ejercicio. No es necesario correr rápido y sufrir, al contrario, ponte música y sal a dar un trote tranquilo que te permita mirar alrededor, improvisar el recorrido al momento y por qué no… ¡pararte en algún bar o panadería local para repostar energía!
Una de mis partes favoritas de hacer deporte cuando viajo es el de improvisar lo que hago con lo que tengo.
Si eres de los que se aburre corriendo y necesita otras cosas, puedes utilizar las colinas o cuestas para hacer series, utilizar los árboles para colgarte y hacer diferentes ejercicios, levantar peso cogiendo rocas o incluso ¡utilizar tu propio peso! Existen mil maneras de combinar ejercicios de cardio y fuerza que no necesitan ni un gimnasio ni de un entrenador.
Con esto me refiero a que tampoco es necesario salir a la calle e improvisarse un gimnasio natural. También puedes probar a hacer algo de yoga matutino, estiramientos antes de dormir y algo de movimiento en tu habitación. Créeme, hay estudios que lo dicen, algo de actividad física al día genera hormonas como la dopamina, que te hacen sentirte bien y descansar mejor.
Además, y para mí lo más importante, el deporte es un idioma universal que te permite conocer gente y descubrir la cultura local. Y lo mejor de todo, existen infinitas formas de moverse, y estoy seguro de que podrás encontrar la tuya y disfrutarla. Así que te animo a que lo pienses, a que pruebes cosas diferentes hasta encontrar lo que mejor te funciona. Y una vez lo hagas, lo contagies con tus amigos viajeros, que seguro que les gusta.
Apasionado por viajar, las culturas y las personas, Sergio es un ingeniero con experiencia en proyectos de cooperación internacional y de impacto social en comunidades por África y América Latina. Trabaja como coordinador de un proyecto de educación en África, ha fundado una ONG que trabaja con jóvenes activistas y ha montado una startup de movilidad sostenible.