El instituto a veces es un rollo. Muchos estudiantes a punto de acabar la selectividad querrían hacer algo diferente antes de marcharse a la universidad a sentarse de nuevo en las aulas. A veces quieren definir un poco mejor qué quieren hacer con sus años universitarios antes de invertir cuatro años de su vida en seguir estudiando. A veces quieren ver un poco más de mundo antes de hincar codos de nuevo. Son jóvenes con espíritu libre interesados en entender el mundo antes de ceñirse a las obligaciones universitarias. En definitiva, quieren saber mejor quiénes son antes de decidir qué hacer con sus años de universidad.
El problema viene cuando los estudiantes empiezan a barajar las alternativas típicas a la universidad: trabajar o quedarse a estudiar en el college más cercano mientras se quedan a vivir en casas de los padres no ofrece nada nuevo. Los programas de gap year (año sabático) pueden ser muy enriquecedores, pero suelen ser caros y retrasan la graduación al menos un año. A los alumnos les gustaría encontrar otras formas de disfrutar de un año de transición que les permita crecer más y que pueda formar parte de los cuatro años universitarios.
Mientras, los directores de los departamentos de admisiones de muchos colleges y universidades se enfrentan a otro tipo de problema: tienen mucha presión para conseguir llenar las aulas y aún más dificultades para cumplir con los requisitos de diversidad y paridad. Quieren a alumnos que saquen buenas notas en los exámenes para que no se vean penalizados en los rankings nacionales. Tales exigencias, sienten, les limitan las opciones de elegir el perfil de estudiantes que buscan; aunque no les gusten las reglas del juego, no tienen otra alternativa.
El problema empeora cuando tienen que intentar llenar las plazas después de los abandonos que suelen ocurrir al finalizar el primer semestre o el primer año. Muchos centros universitarios tienen unas tasas de abandono cercanas al 20-30% después del primer año y tienen que competir más para llenar todas las plazas de matrículas. Ojalá pudieran atraer a más estudiantes del tipo que les interesa para confirmar las matrículas y así gestionar mejor sus ciclos de matriculación. De existir esa posibilidad, seguro que la aprovecharían.
Pues bien, Verto puede satisfacer tanto a las instituciones académicas como a los estudiantes.
Verto ofrece la experiencia del gap year que permite obtener créditos universitarios. No hay comparable a Verto. Con Verto el estudiante puede tomarse un semestre (o un año) para averiguar qué quiere ser, conocer mundo y obtener créditos equivalentes al primer año de universidad. Al ser aceptado por Verto el alumno es aceptado simultáneamente en al menos una escuela asociada a Verto con una plaza garantizada para ser admitido la próxima primavera u otoño.
Y a las universidades les encanta, porque pueden optar a los estudiantes que quieren cuando quieren. Funciona de la siguiente manera:
1) Verto ofrece un programa académico en el extranjero, asequible y reconocido durante un semestre o un año entero. Incluye una experiencia académica estructurada con una carga lectiva llevadera en un entorno inigualable. El primer semestre transcurre en Centroamérica y el segundo (para los que eligen la opción del año completo) de desarrolla en Europa. Además, el programa es más barato que un año en la universidad.
2) Verto ofrece admisión garantizada en una universidad asociada a Verto. Los estudiantes presentan su solicitud al programa de Verto y a 15 colleges o universidades a través de un sistema común de solicitudes. En función de sus preferencias, se les ofrece una plaza en el segundo semestre del primer año o en el primer semestre del segundo año.
3) Verto ofrece una experiencia internacional centrada en el crecimiento personal. Los programas están diseñados para fomentar el descubrimiento personal a través de talleres de mindfulness, orientación, programas de aprendizaje y experiencias viviendo en otros entornos.
Los alumnos de secundaria pueden elegir diferentes vías para obtener un titulo universitario. No obstante, para los jóvenes que quieren aprender algo más sobre sí mismos sin coste adicional, Verto es el único en ofrecer la experiencia de un gap year en asociación con universidades que reconocen parte de esa experiencia como créditos lectivos para los estudios universitarios.
Descúbrete en el extranjero mientras consigues créditos universitarios en EE.UU.
Ben es el Director ejecutivo de Verto Education. Diseñó su propio programa de gap year, durante el cual recorrió el sendero de los Apalaches desde Georgia a Maine, trabajó en distintos sectores, fue profesor de inglés en zonas rurales de Perú y fue guía de programas educativos en New Hampshire y Maine. Luego, se graduó en relaciones internacionales por el College of Wooster en Ohio. Desde entonces, vive vinculado al mundo de educación experiencial.