¡Hola de nuevo!
En nuestro artículo de hoy vamos a seguir adentrándonos en el universo de la sostenibilidad desde un enfoque un poco diferente. En esta ocasión, no solo nos referiremos a sostenibilidad desde un punto de vista medio ambiental, sino también desde una perspectiva de hábitos y formas de ser que ponemos en juego en todos nuestros ámbitos de impacto.
Vivir una vida sostenible será, por tanto, una manera de reflexionar sobre nosotr@s mism@s, sobre nuestras interacciones con los demás, dentro de un contexto concreto y atendiendo siempre a nuestra huella ambiental. A partir de esta forma de entender la sostenibilidad, empezaremos a integrar hábitos que están enfocados en el largo plazo y que pretenden mirar al mismo tiempo hacia adentro y hacia el mundo que nos rodea.
¡Vamos a ello!
Al abordar la sostenibilidad desde un prisma individual, ponemos el foco en hábitos y formas de ser que tienen que ver con nuestra forma de gestionarnos.
Esto incluye tu manera de “dialogar internamente” cada día, desde que suena el despertador y te dices “¡Venga ya vago, que hay que levantarse!”, “¡cinco minutos más y empezamos el día!” o “¡Qué bien he dormido!”, hasta lo que te dices cuando tienes éxito en algún proyecto personal o académico, pasando por la imagen que tienes de ti y cuánto incluyes la compasión dentro de este diálogo.
También incluimos comportamientos y hábitos que tienen un impacto directo en ti, como la forma de cultivarte intelectualmente, de alimentarte, de cuidar tu cuerpo. Algunos ejemplos serían si intentas aprender también cosas que no están dentro del repertorio de habilidades que más controlas, si te alimentas de una forma equilibrada, sana y consciente, o si practicas deporte e incluyes el movimiento dentro de tu rutina.
La idea detrás de desarrollar hábitos sostenibles para contigo, es que puedas conectar (si así lo eliges) cada vez más con una forma de vivir que podrías sostener en el tiempo.
¿Te gustaría mantener la forma que tienes actualmente de relacionarte contigo a largo plazo?
¿Habría algo que cambiarías? Si es el caso, ¿qué sería?
¿Cómo suelen ser tus interacciones con las personas de tu entorno?
Cuando te relacionas con las personas de tu entorno por lo general, ¿dirías que se producen interacciones sanas, nutritivas y auténticas?
Podrías preguntarte si es así, y también pedir a personas de tu entorno que te den feedback de cómo se suelen sentir normalmente en tu presencia. Un ejercicio interesante es analizar cuáles son los intercambios con personas de nuestro entorno que nos dejan con un buen sabor de boca, e identificar qué tienen en común. De igual modo, podrías hacer la pregunta contraria e identificar áreas de mejora o puntos ciegos de los que quizás no eras consciente antes.
La Ventana de Johari, de los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingram, es un buen ejercicio para descubrir esos puntos ciegos y para reforzar cosas que ya estén funcionando en tus relaciones con otros. La Ventana de Johari es una forma de dar y recibir feedback de forma que descubrirás facetas de ti que son conocidas por los que te rodean y por ti, áreas que los otros ven y tú no (tus puntos ciegos), y lo que tú conoces de ti pero los demás no saben.
¿Te animas a descubrir más?
Dado que somos individuos integrados en diferentes sistemas (familia, instituto, organizaciones, empresas, etc.) no solo estamos en relación con las personas que lo forman sino con el sistema en sí.
Ese sistema, ¿se queda mejor cuando te vas de cómo cuando llegaste?
Es una forma diferente de tener un impacto en tu contexto. Por ejemplo, en el instituto tienes relación directa con un número determinado de personas. Tus profesores, tus compañer@s de clase, el personal del centro, entrenadores, conductores, etc.
¿Cómo estás influyendo directa o indirectamente en el resto de las personas con las que no estás en contacto directo? ¿Cuáles son las conductas, formas de ser o valores con las que tú contribuyes al instituto? ¿Cómo colaboras en aras de un ambiente que se alinee con lo que tú deseas para ellos y para ti?
Esta misma actitud la puedes llevar a todos los ámbitos en los que te desenvuelves. Quizás, como muchos otros antes que tú, te des cuenta de que no solo formas parte de los contextos que ves, sino que cada sistema está dentro de un sistema todavía más grande.
Te proponemos el siguiente ejercicio: intenta conectar contextos que aparentemente no tienen nada que ver el uno con el otro. Identifica de qué manera, desde tu posición, también estás participando en lo que sucede a tu alrededor.
Ya son unos cuantos los artículos que hemos compartido contigo sobre conductas sostenibles para el medio natural en el que vivimos. Si quieres saber más sobre sostenibilidad y eco-tips, este es mi favorito.
En general, se trata de tomar conciencia del impacto que tienes en tu entorno con el fin de aprender a valorar más el trabajo y los recursos que se han necesitado para producir lo que consumes y lo que utilizas. Así podremos dejar de dar cosas por hecho. Cuando decimos “El Arte de sostener en el tiempo” nos referimos a conductas que traen beneficio para ti, las personas de tu entorno, tus contextos y el medio natural que lo posibilita todo. Es mirar hacia adentro y hacia afuera a la vez, para poder ir comprendiendo poco a poco el rol que juegas en este mundo.
Alex es community manager, psico-terapeuta, formador y facilitador. Sus grandes aportaciones han sido realizar proyectos de cooperación internacional en Senegal, Costa Rica e India; programas de acompañamiento juvenil, educación emocional y experiencial en España; y coordinar la comunidad de expatriados más grande del mundo desde Alemania. Su misión es crear espacios donde los jóvenes puedan conectar con quiénes son, sus talentos y su manera de contribuir en el mundo de una forma sostenible.