El curso va terminando y, aunque quizá nuestros hijos se hayan esforzado mucho para obtener unos buenos resultados y una buena media, es bueno que, además de descansar, aprovechen parte del verano para profundizar en temas que les interesan y “generar currículum” para lo que posteriormente será su carta de presentación ante una universidad.
Y es que el verano no debería ser un hueco vacío entre curso y curso en el que nuestros hijos solo se peguen un atracón de Netflix, videojuegos y sofá. Con lo largo que es el periodo estival escolar, hay tiempo para todo eso y tiempo también para aprovechar esos 3-4 veranos previos al ingreso en la universidad para mantener la mente activa, ir descubriendo cuál es el campo en el que les gustaría emplearse profesionalmente en el futuro y, a la vez, hacer currículum que les abra diferentes puertas en el futuro. No obstante, esto no ha de ser un castigo o una imposición en la que les enviemos de nuevo “a estudiar” como si les hubiera ido mal el curso y tuvieran que recuperar unas materias. Lo ideal es buscar un programa que combine formación académica en un área que sea del interés del estudiante, idioma, experiencias de viaje, con vivencias sociales que dinamicen la parte académica para que disfruten también de este tiempo de descanso y desconexión. Esto se consigue con los programas pre-college que cada verano se imparten en universidades de prestigio en Estados Unidos y Reino Unido.
Hay varias preguntas que podemos hacernos antes de elegir el tipo de programa que cursarán nuestros hijos. Por ejemplo:
Con todo esto, los programas pre-college nos dan la posibilidad de confeccionar un programa altamente personalizado para el estudiante, en los que mezclemos contenido académico con diversión. No solo la parte académica importa, también la universidad en la que cursen este programa y por tanto la ubicación de la misma y las actividades sociales que hagan en torno a ellas. Los programas de verano preuniversitario son mucho más divertidos y gratificantes que asistir a clase y hacer un recorrido tradicional por el campus. Estos programas están desarrollados por organizaciones que, utilizando personal universitario para sus seminarios y conferencias, construyen las clases de la mañana pero también desarrollan un programa social para las tardes para que los estudiantes puedan tener un programa completo y sus padres estén tranquilos sabiendo que hay una estructura organizada ocupándose del tiempo libre.
Existen muchas opciones y es casi posible garantizar que cualquier tipo de estudiante interesado en una experiencia preuniversitaria va a ser capaz de encontrar una opción que encaje con sus intereses. Quizá a veces el problema pueda ser ése: existe tal cantidad de opciones que a priori puede resultar abrumadora. En The Lemon Tree Education nos sentamos con los alumnos y tratamos de averiguar qué es lo que les interesa o hacia dónde podrían encaminar su vida laboral. Con un sistema escolar que rara vez habla a nuestros hijos de opciones profesionales para el futuro, es importante dedicar algo de tiempo a que ellos investiguen y averigüen cuáles son sus intereses.
Con esto, si nuestros hijos están interesados en el área de negocios/gestión de la empresa, podemos encontrar programas de emprendimiento y gestión de la empresa en UCLA, o de liderazgo en Georgetown, o en Penn State o en la universidad de Boston. Si, por ejemplo, el campo que les interesa es medicina o la ingeniería, alguno de los programas de ciencias de la Universidad de Johns Hopkins podría ser una excelente elección. O quizá les apetezca estudiar genética en la universidad de Cambridge. Pero no todas las opciones tienen que ver con asignaturas meramente académicas. También es posible estudiar algún programa relacionado con la danza o en el campo de la música. El menú de opciones es muy amplio: desde diseño y arquitectura, ingeniería, comunicación, business, moda, cine, danza, música, derecho, fotografía, psicología, deporte, periodismo, STEM, criminología o incluso artes culinarias son algunos ejemplos. Y las universidades de prestigio en las que podemos cursarlas también, con opciones en el Reino Unido, la costa Este americana, más tradicional y también algunas en California, más vanguardista.
Los cursos para los que van dirigidos estos programas son los 3-4 últimos previos a la universidad, si bien existen opciones desde 6º de primaria, más recomendadas para alumnos americanos que internacionales, dado que es necesario tener una mínima base de inglés. Lo habitual para alumnos internacionales es cursar estos programas a partir de 3º-4º de ESO.
Estos programas constituyen una experiencia muy enriquecedora en la progresión de nuestros hijos hacia la universidad y resultan un complemento casi obligatorio en su formación internacional. Con tantas opciones disponibles es casi imposible no encontrar el programa que les encaje para explorar nuevos campos de su interés, perfeccionar una habilidad o, simplemente, tener algo que hacer durante el verano mientras se divierten también, porque al final, no hay que olvidar que ¡el verano es tiempo de diversión!
Somos un equipo de consultores de educación con amplia trayectoria en el sector. Ayudamos a familias y profesionales de la educación a desarrollar un plan estructurado para sus hijos o alumnos. #transparencia #educacioninternacional #expertoseneducacion