La Navidad es una época asociada a la familia, la ilusión, las luces y regalos… Pero también es un momento en el que se puede sentir con más fuerza la ausencia y el vacío de seres queridos que ya no están físicamente acompañándonos. Esto puede generar emociones como pena, rabia o, incluso, culpa.
En este artículo hablo sobre el duelo en general y sobre las particularidades que puede tener en fechas tan señaladas como estas. También te ofrezco recomendaciones o ideas que quizá puedan servirte, sin perder de vista que cada persona tiene su manera de elaborar el duelo, y está bien así, lo importante es escucharse a uno mismo o misma. Pararse a pensar en cuestiones como: ¿con quién quiero estar?, ¿qué quiero yo hacer?, ¿qué puedo intuir que me va a ayudar?, ¿qué me siento incapaz de celebrar?…
Es un proceso de adaptación natural y necesario cuando se ha producido una pérdida del tipo que sea (laboral, relacional, pérdida de un ser querido…). Aquí te dejo el enlace a este artículo por si quieres profundizar en este último tipo de duelo, el afrontamiento de la muerte de alguien que queremos y en sus distintas fases.
Si eres adulto, estás leyendo esto y quieres saber cómo tratar el tema con tu hijo o hija niño o adolescente, aquí te dejo una guía que te puede servir mucho.
Hablar sobre cómo te sientes suele sentar muy bien, liberar pesos y hacer el dolor más manejable. Si eres adolescente, aunque te sea complicado compartir estos sentimientos con tus familiares o amistades, inténtalo y no tengas miedo de pedir ayuda cuando lo necesites.
Es un proceso que requiere tiempo, aunque solo el paso del tiempo no garantiza que se sane, también suelen ser elementos imprescindibles en la experiencia de duelo el apoyo del entorno, la aceptación, la despedida y la expresión emocional. Si el malestar se mantiene de forma prolongada en una intensidad inmanejable, o se está complicando por cuestiones de la vida, sería importante buscar ayuda profesional. Quiero que sepas que dispones de este recurso especializado de ayuda psicológica en procesos de duelo.
Es natural sentir una mezcla de emociones en estas fechas tan señaladas, reírte y disfrutar en un momento y que al momento siguiente sientas una pena honda con el recuerdo de la persona que ya no está. Estas emociones son normales y, aunque en Navidad exista una presión social por mostrar ilusión, no hay formas correctas o incorrectas de sentir, lo importante es que dejes salir la complejidad de la mezcla de emociones que llevas dentro. Presionarte a mostrar alegría para obligarte a disfrutar o por intentar subir el ánimo a las personas que te acompañan puede ser un peso muy grande.
Igual de bien está y de importante es llorar y sentir nostalgia por la pérdida, que reír y disfrutar de lo que la vida nos sigue ofreciendo. Hay días más difíciles que otros, aunque sea un momento típico de reunión, si necesitas tiempo a solas, tómate tu momento. Si sientes que te abrumas en una reunión familiar, no pasa nada por retirarte un rato.
Probablemente sientas que expresas tu duelo de manera diferente a otras personas de tu familia, y esto también es normal. El duelo es muy personal, puesto que es un proceso complejo que da lugar a infinidad de formas de afrontamiento. Como la Navidad es una época en la que se genera mucha incertidumbre con respecto a los planes de reuniones familiares, suelen surgir respuestas como estas:
Tratar de evitar cualquier celebración, la decoración, las reuniones… Algunas personas pueden tender a encerrarse mucho en casa deseando que finalice el periodo navideño.
Llevar a cabo las celebraciones como todos los años, en muchos casos tratando de “proteger” a los pequeños y pequeñas de la familia u otros miembros. Esto puede generar un conflicto interno por la culpa o el miedo al olvido o a que parezca que no tiene importancia la falta.
Tras la pérdida nada será lo mismo, y por tanto, los planes serán diferentes. Hay personas que realizan un viaje o celebran la Navidad en un sitio distinto o de un modo distinto.
Estas son formas comunes de gestionar el duelo en Navidad, lo cual no significa que sean las mejores formas, pues suelen escogerse porque proporcionan alivio en el corto plazo, pero también pueden obstaculizar el proceso natural de duelo.
No existen recomendaciones o actuaciones universales que se ajusten a las necesidades de todo el mundo, dependerá de las necesidades de elaboración de duelo de cada persona. Quédate con lo que te sirva.
Algunas ideas que puedes probar si sientes que te viene bien sentirte más cerca durante estas fechas tan señaladas:
Psicóloga y acompañante de personas en situación de vulnerabilidad: experiencia con menores en riesgo de exclusión social, migraciones, diversidad funcional y colectivo LGBTIQA+. Amante de todas las formas de vida, su misión es crear espacios sostenibles. Cooperante y gestora en proyectos de agroecología y protección animal. Escritora y fotógrafa en búsqueda de aprendizajes. “Cualquier momento es bueno para la ternura”.