FOMO significa “Fear of Missing Out” o “miedo a quedarte fuera o perderte algo”, es algo de lo que llevo años hablando con mis amigas, quizá sin saber ponerle nombre en un primer momento, pero siempre ha estado ahí.
Es la necesidad de estar presente en todas las quedadas, en todas las situaciones, en todas las conversaciones y momentos compartidos de un grupo de personas. Es sentir inseguridad, miedo o ansiedad cuando no estás presente en un momento social.
Todas y todos hemos salido alguna vez sin que nos apetezca, solo por miedo a perdernos que pase algo guay e importante y no estar ahí, a no formar parte de ese recuerdo… Cuando constantemente estamos comprobando las redes sociales para ver qué está haciendo el resto y qué está pasando, muchas veces es porque se ha puesto en marcha este mecanismo. O cuando sentimos que tenemos que ir al lugar de moda para tener la foto para subir a redes sociales…
El JOMO surge como respuesta al FOMO, si quieres conocer lo que es, ¡sigue leyendo!
Cualquier persona. Es muy frecuente en la adolescencia, cuando el grupo de iguales cobra mucha importancia. Además, las redes sociales alimentan este FOMO.
El FOMO suele estar dirigido al grupo de iguales o amistades, puesto que nace del miedo a dejar de formar parte, y en el caso de la familia solemos sentir la seguridad de no ser sustituibles.
Esta sensación no tiene edad y no podemos olvidar que las personas adultas, con independencia de la edad, también llevamos niñas y niños intranquilos dentro.
¿Qué significa para una persona querer estar en todo?
Esta idea nos hace muy vulnerables y nos fuerza a ir a lugares, planes a los que no nos apetece y con personas con las que no queremos estar.
Existe una necesidad de ser vista o visto y cuando necesitamos que el mundo nos mire es porque nosotras o nosotros mismos no lo estamos haciendo.
Desarrollar seguridad en una misma es la forma en la que el FOMO deja de aparecer o, al menos, deja de interferir en nuestra vida, de causarnos malestar y forzarnos a hacer cosas que no queremos hacer.
No olvidemos que sentir miedo es natural, no pasa nada si identificamos de dónde viene y tenemos claro a dónde queremos que nos lleve, en lugar de dejarnos llevar por él. Si esto es para ti una gran dificultad, te recomiendo que busques algún tipo de orientación o ayuda psicológica o que lo consultes con alguien de confianza en tu entorno.
Sentir seguridad en una misma o mismo es transformar ese “¿Me ves? ¡Mírame por favor!” en un “Me veo”, escucho mis necesidades e intento darles respuesta.
Cuando el miedo aparece, yo intento que la adulta que llevo dentro de mí calme a la niña interior que necesita ser vista y le diga “no te preocupes, estoy aquí contigo, yo te veo”.
El FOMO, esa necesidad de estar presente, nace de una necesidad de pertenecer. Creo que es importante saber diferenciar entre encajar en un grupo o pertenecer a este.
Lo primero de todo es pertenecer a mí misma, aceptarme, respetarme y quererme como soy; conocerme, autocuidarme… Para sentirme íntegra. Soy un gajo de naranja completo. Otras personas pueden ser lo que quieran, medias naranjas o naranjas enormes, peras, limones, perejiles, cada una con sus circunstancias… Yo no tengo que ser ni más ni menos de lo que ya soy, está bien así.
JOMO es un fenómeno que responde al FOMO, significa “Joy of Missing Out” o disfrutar del momento presente sin estar pendiente de lo que hacen los demás.
Sería algo así como vivir las experiencias porque nos apetece realmente, sin pensar en subirlo a redes sociales ni en la cantidad de likes que tendrá.
Para conseguir este disfrute, necesitamos conectar con nosotros y nosotras mismas a través del autocuidado, de las actividades y espacios que nos nutren.
Te invito a probar a esconder el móvil unas horas al día, a ver lo que descubres que puedes hacer en tus ratos libres en lugar de cogerlo.
Aquí te dejo un post cortito que clarifica lo que significa esto del autocuidado del que tanto se habla:
El autocuidado es único para cada persona, ¿qué te nutre a ti? Puede ser el contacto con la naturaleza, el deporte, el arte, el humor, la música, la cocina…
Yo, por ejemplo, me cuido acordándome de respirar profundamente (ojo, que a veces se nos olvida) y mantenerme presente en mi día a día. Si quieres probar tú también, aquí te cuento cómo llevarlo a la cotidianeidad sin prácticas aburridas.
Te invito a explorarte en este sentido, a mirarte de cerca, a cuidarte hacia dentro y hacia fuera, sin forzar para encajar en lugares a los que no perteneces realmente.
Psicóloga y acompañante de personas en situación de vulnerabilidad: experiencia con menores en riesgo de exclusión social, migraciones, diversidad funcional y colectivo LGBTIQA+. Amante de todas las formas de vida, su misión es crear espacios sostenibles. Cooperante y gestora en proyectos de agroecología y protección animal. Escritora y fotógrafa en búsqueda de aprendizajes. “Cualquier momento es bueno para la ternura”.