La inteligencia financiera es la resolución de cuestiones que están relacionadas con el dinero y decisiones sobre nuestras finanzas. Consideramos que puede ser importante para ti empezar a tener unas nociones básicas sobre temas como: de dónde van a venir tus ingresos o tus ahorros; qué es esto de mover el dinero; la utilidad y el sentido de pagar impuestos; alternativas de inversión; cómo gestionar nuestro dinero; si quieres ser empleado, empresario, autoempleado, inversor, o varias de estas opciones a la vez, etc.
¿Sabías que está demostrado que aquellos países con un nivel de impuestos más elevado tienen una mayor redistribución de la riqueza? Eso quiere decir que es más fácil, en teoría, para una persona que ha nacido en un entorno socioeconómico más pobre salir de él porque puede acceder a una educación de calidad, sanidad, etc. Los países que tienen más presión fiscal tienen una mayor igualdad entre sus habitantes. Entre ellos podemos encontrar principalmente países como Finlandia, Suecia o Dinamarca. La UE es puntera es este sentido en comparación con otras regiones del mundo.
Desarrollar tu inteligencia financiera te ayudará, no solo a desarrollar tus conocimientos y habilidades en relación a las finanzas, sino también a comprender cómo funciona nuestra sociedad, el mundo de la empresa o las implicaciones filosóficas y políticas que hay detrás de cada modelo económico.
No se trata solo de tus ahorros, sino también la comprender como tú contribuyes de forma activa para que exista un sistema de sanidad, educación, sistema de transportes, etc. disponibles para ti y otros ciudadanos.
Para empezar con esta pequeña inspiración, te invito a que reflexiones sobre las siguientes preguntas:
Hemos pasado de “guardar el dinero bajo el colchón” a tener dinero en el banco. Aunque evidentemente tiene su utilidad y es una opción, no es la única.
El dinero no vale lo mismo con el paso con el tiempo debido a la inflación. Si este concepto aún no te resulta familiar, la inflación es la manera en que los precios van aumentando con el paso del tiempo. Es decir, que con el mismo dinero que tienes ahora vas a poder comprar menos cosas en el futuro.
Por eso hay quienes dicen que el dinero parado no deja de perder valor. Con dinero parado se refieren a dinero que acumulamos y que no se está destinado a crear más valor o más dinero para, entre otras cosas, hacer frente esa inflación.
Por eso te queremos presentar el concepto de inversión para que tengas un abanico más amplio de posibilidades del que elegir.
El concepto básico de la inversión es que, a cuanto más riesgo, más rentabilidad.
Teniendo esto en cuenta, podemos hablar de diferentes tipos de inversión con los que puedes empezar a familiarizarte para que empieces el camino hacia tu libertad financiera.
Es uno de las más escuchadas. Se trata de utilizar tu dinero para financiar, comprar, desarrollar, alquilar y/o vender inmuebles, con vistas a obtener un retorno de inversión.
Seguro que últimamente has oído hablar de Bitcoin. Esta, como muchas otras, es una moneda virtual. Es decir, un medio de intercambio electrónico que sirve para adquirir productos y servicios como lo harías con otra moneda como el euro. Sin embargo, este tipo de moneda es descentralizada, lo que significa que no existe una autoridad que controle o que sea responsable de la emisión y registro de sus movimientos. Tiene mucho margen de rentabilidad, y también mucho riesgo.
A través de este tipo de inversión, tu dinero formaría parte los “ahorros” de una determinada empresa para que pueda comprar y vender. De esta forma, adquieres derechos como accionista, como lo es el voto o la distribución de los beneficios. Requiere de un análisis previo de la empresa, a lo que se añade un cierto nivel de especulación sobre las posibles fluctuaciones.
Este tipo de inversión es sinónimo de convertirte en accionista de la empresa que elijas. Estas participaciones (acciones) están normalmente en la bolsa de valores, y pueden comprarse y venderse en cualquier momento. Existe mucha más especulación que cuando inviertes en bolsa. Aunque tienen puntos en común, invertir en bolsa y en acciones son dos cosas diferentes.
Son vehículos de inversión colectiva donde tus aportaciones, junto con la de muchos otros inversores, se invierten en distintos activos financieros para obtener una rentabilidad positiva. Los fondos de inversión se gestionan por entidades gestoras.
Por ejemplo, el Ibex 35 es la agrupación de las 35 empresas con mayor liquidez en España. Si inviertes en un fondo de inversión de este tipo, no dependes solo de cómo le va a una de estas empresas en un periodo de tiempo concreto, sino que tu inversión depende de la media de cómo le va al conjunto de estas empresas.
Si quieres adentrarte un poco más en el tema, te recomiendo este vídeo.
Hace unos años, Paypal, Bizum o apps donde poder controlar todos tus gastos no existían. El mundo virtual y la tecnología nos ofrecen ahora facilidades para gestionar nuestras finanzas personales.
De hecho, puedes hasta crear tus propias reglas a la hora de gestionar tus recursos financieros. Por ejemplo, podrías establecer una “regla” para que cuando tengas más de 10.000 euros, 5.000 se traspasen directamente a un fondo de inversión perteneciente al mismo banco. También puedes programar alertas para indicarte cuando te has gastado más de una cierta cantidad de dinero en ocio, comida, viajes, etc. Curarte en salud estableciendo como regla que el sistema no te permita sacar más de 300 euros semanales del cajero o agrupar tus gastos en función de en qué lo hayas gastado, son otros ejemplos.
Puedes empezar a establecer estas reglas con tus ahorros, con el dinero que recibes como “paga” o de algún trabajillo que tengas. ¡Es un proceso y se trata de ir aprendiendo!
Muchas cosas están cambiando, no solo las diferentes alternativas de inversión o los recursos de gestión de las finanzas. Nuestra sociedad y nuestra relación con el dinero también.
Actualmente hay muchas menos personas en edad de trabajar que en el pasado y muchas más personas en edad de jubilación. Esto implica que nuestro sistema de pensiones podría verse muy afectado en unos años tal y como lo concebimos hoy en día. Si antes manteníamos una pensión para una persona durante diez años de media, debido al aumento de la esperanza de vida este periodo es mucho más largo.
Por eso, para quienes lo elijan así y crean que esto puede ser útil, existe la opción de crear tu plan de pensiones privado y de poner tu dinero en movimiento antes de que llegue el periodo de jubilación. Es decir, que además de lo que va destinado a impuestos dentro de tu salario bruto, dedicar parte del sueldo neto restante para tener una pensión digna y que te permita poder hacer otras cosas que también son importantes para ti.
Si quieres tomar nota de algunos libros muy interesantes sobre gestión de las finanzas, aquí podrás encontrar algunas referencias.
¡Que disfrutes del camino hacia tu libertad financiera!
Alex es community manager, psico-terapeuta, formador y facilitador. Sus grandes aportaciones han sido realizar proyectos de cooperación internacional en Senegal, Costa Rica e India; programas de acompañamiento juvenil, educación emocional y experiencial en España; y coordinar la comunidad de expatriados más grande del mundo desde Alemania. Su misión es crear espacios donde los jóvenes puedan conectar con quiénes son, sus talentos y su manera de contribuir en el mundo de una forma sostenible.
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