Todo cambio es duro al principio, desordenado a la mitad y precioso al final
Robin Sharma
En el mundo acelerado y demandante en el que vivimos, la gestión del tiempo se ha convertido en una habilidad esencial para todas las personas, especialmente para los jóvenes que se enfrentan a múltiples responsabilidades y tareas en su vida diaria. Una buena gestión del tiempo puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso, ya que nos permite aprovechar al máximo nuestras horas y maximizar nuestra productividad.
Como ya comentamos en el artículo anterior sobre la productividad, es importante ser conocedor del tiempo del que disponemos y aprender a aprovecharlo de la mejor manera.
Numerosos estudios demuestran cómo tener rutinas, evitar la procrastinación de las tareas y definir metas claras ayuda a reducir el estrés, aprovechar mejor el tiempo y en definitiva, llegar a ser más felices.
En este artículo, os propongo algunas de las cosas que he puesto en marcha en mi vida y que me han permitido aprovechar mejor las horas y, sobre todo, tener la sensación de tener más tiempo para mí y no ir siempre corriendo a todos lados. En este artículo no nos referimos a rutinas y metodologías para ser más eficiente en el trabajo, sino que son pequeños consejos para aplicar en tu día a día que te permitan llevar una vida más tranquila, más consciente, y, creo a la larga, más feliz.
Sin duda, uno de los mayores consejos que daré nunca y que mejor me han servido es el de aprovechar las primeras horas del día. Aunque cueste creerlo, es durante las mañanas cuando más energía tenemos y sobre todo más claridad de pensamientos. Personalmente, dedico la mañana a la formula 20/20/20 que propone Robin Sharma en su libro El club de las 5 am y consiste en dividir en 3 momentos los primeros 60 minutos de la jornada:
El primer paso para una buena gestión del tiempo es tener metas claras y tener claros tus objetivos. Tenemos la cabeza llena de ideas y de cosas que queremos hacer. Te propongo que te sientes y que establezcas objetivos claros, sencillos y alcanzables que puedas ir consiguiendo. Yo siempre me ayudo de una libreta o agenda para ir anotando lo que quiero hacer.
Una vez tengas claros tus objetivos o tus metas, dedica tiempo a planificar tu día o semana. Te recomiendo que le dediques tiempo el domingo, o cualquier día (no me gusta pensar que las semanas tengan que ser de lunes a domingo, ¡puedes organizar tus semanas como quieras!) para plantear en tu agenda la lista de tareas, objetivos o aquello que quieras hacer y les pongas un orden de prioridad o importancia, así como asignarles un día para llevarlo a cabo. Con lista de tareas me refiero hasta cuándo limpiar la casa, poner lavadora, ir a comprar las zapatillas que necesitas o escribir el artículo que llevas tiempo queriendo escribir.
Este es un clásico que cada vez escucho más y que todo el mundo dice. La procrastinación es uno de los mayores obstáculos para una buena gestión del tiempo. A menudo, posponemos las tareas difíciles o desagradables, lo que solo aumenta el estrés y la presión a largo plazo. Uno de mis consejos es que para cualquier tarea ya sea personal, de trabajo o de la universidad (como ponerse a estudiar un examen muy difícil que no ves cuándo ponerte) es bueno seguir la estrategia que, yo llamo, de celebrar los pequeños logros. Con esto me refiero a que celebres o sientas como avance conseguido cuando hagas cosas, por pequeñas que sean. Si tienes muchísimo que estudiar y no ves cuándo ponerte y siempre tienes poco tiempo, siéntate delante del libro aunque sean 40 minutos y concéntrate. ¡Ya son 40 minutos menos para terminar el temario!
Lo mismo sucede con el deporte que tantas veces decimos: bueno, hoy ya no me da tiempo. Al contrario, por poco tiempo que tengas, si te pones a hacer una pequeña rutina de abdominales o 10 minutos de sentadillas o flexiones, ¡créeme que ya has hecho algo significante! ¡Te sentará bien y además deberás celebrar que algo has hecho!
Las distracciones son una de las principales causas de pérdida de tiempo. Identifica las distracciones comunes en tu vida, como las redes sociales, los juegos en línea o la televisión, y establece límites para su uso. Puedes utilizar aplicaciones de bloqueo de sitios web o poner el teléfono en modo silencioso durante ciertos periodos de tiempo para minimizar las interrupciones. Yo personalmente hago apagón digital las primeras y las últimas horas del día donde no cojo el móvil, ni miro WhatsApp, ni ninguna otra red social.
En definitiva, es importante recordar que la gestión del tiempo no se trata solo de trabajar constantemente. También implica encontrar un equilibrio saludable entre el trabajo y el ocio, dedicando tiempo para descansar, relajarse y disfrutar de las cosas que nos gustan. Este equilibrio nos ayuda a mantenernos motivados, aumenta nuestra productividad y mejora nuestra calidad de vida.
Vive cada día con su importancia, que valga la pena y tenga su sentido. Al final, un día es como una vida en miniatura.
Apasionado por viajar, las culturas y las personas, Sergio es un ingeniero con experiencia en proyectos de cooperación internacional y de impacto social en comunidades por África y América Latina. Trabaja como coordinador de un proyecto de educación en África, ha fundado una ONG que trabaja con jóvenes activistas y ha montado una startup de movilidad sostenible.