Tomarme un año sabático (gap year) fue la mejor decisión de mi vida. Sabía que tenía que ir a la universidad, pero no sabía para qué, no sabía qué quería estudiar; ya había pasado 13 años en el colegio y necesitaba un descanso.
Curiosamente, el año pasado, más de 45.000 estudiantes se sentían de la misma manera y decidieron tomarse un año sabático, después del cual, el 90% volvieron a la universidad y consiguieron mejor media que los demás estudiantes. Muchos alumnos de año sabático ya saben que es importante ir a la universidad, pero también saben que primero es necesario averiguar qué les interesa estudiar.
En mi caso, ir a la universidad inmediatamente después de terminar la secundaria habría sido un tremendo desperdicio de dinero. Por suerte, yo tenía dos grandes ejemplos a seguir. Primero: mi hermano (somos como gemelos, aunque él es cinco años mayor que yo…). Él fue a la universidad directamente, después de la secundaria, y, tras un semestre, había aprobado únicamente un crédito y fue en clase de baile… Segundo: mi madre, la orientadora de la universidad. Ella apoya profesionalmente el concepto del año sabático para estudiantes —incluidos alumnos como yo—. Su trabajo consiste en inscribir a los estudiantes en la universidad y ella fue la primera persona en decirme que no fuera todavía. Ambos sabíamos que no estaba totalmente preparado para aprovechar la experiencia universitaria. Así que, en lugar de matricularme, seguí el consejo de la experta.
La clave es construir un plan. Un año sabático no es un año de fiesta (aunque algunos estudiantes lo tratan así). Este año es una oportunidad poco común para recalibrar nuestra vida. Durante mi gap year recorrí el Sendero de los Apalaches, trabajé en tres empresas diferentes, enseñé inglés en Perú y trabajé en un campamento de verano en Estados Unidos. Para mí, ganar más experiencia me dio más emoción en la vida y los estudios. Mi plan funcionó. En mi primer año en la universidad ¡me dieron las mejores notas que había recibido jamás! Y no fue casualidad.
Crea una lista de posibles intereses, áreas de estudios o potenciales carreras. Luego, investiga posibilidades para experimentar con estos intereses durante el año. Hay varios programas que ayudan a los estudiantes a ejecutar sus planes, de trabajo voluntario, aprender idiomas, negocios u otras habilidades. ¿Mi consejo para ti? Prueba tantas cosas como sea posible. Es probable que tengas una mejor idea de lo que te gusta, lo que no te gusta y lo que quieres estudiar en la universidad.
Ben es el Director ejecutivo de Verto Education. Diseñó su propio programa de gap year, durante el cual recorrió el sendero de los Apalaches desde Georgia a Maine, trabajó en distintos sectores, fue profesor de inglés en zonas rurales de Perú y fue guía de programas educativos en New Hampshire y Maine. Luego, se graduó en relaciones internacionales por el College of Wooster en Ohio. Desde entonces, vive vinculado al mundo de educación experiencial.