Y si desde pequeños nos preguntasen ¿Qué estilo de vida quieres tener?, en vez de, ¿Qué quieres ser de mayor?
Existe un abanico inmenso de posibilidades. Hay muchísimas maneras de vivir. Estilos de vida que están a nuestro alcance, pero que conocemos tan poco.
¿Sabías que existen personas que viajan, trabajan, aprenden y viven constantemente? Algo así como un par de meses en Indonesia, otros seis en Canadá y un mes de descanso en Argentina.
Son conocidos como “nómadas digitales” y son emprendedores que necesitan solo el ordenador para trabajar. Por ello tienen toda la libertad para viajar y explorar nuevos lugares.
No siempre es así, pero es una de todas las posibilidades que el emprendimiento nos plantea.
Y es que emprender un negocio, o ser un emprendedor, tienen muchísimas ventajas y son un parte fundamental en la economía de un país.
Y tú, ¿Alguna vez te has planteado ser un emprendedor?
Tengo un gran amigo que siempre suele tener ideas innovadoras que dan solución a algunos de los pequeños problemas a los que a veces nos enfrentamos. No saber donde hemos aparcado el coche, no tener sitio en los bares, estar más de media hora buscando aparcamiento, contactar con personas con los mismos hobbies que nosotros. Y es que, ¡Hay tantas cosas aún por crear!
Porque no si sé alguna vez lo has probado, pero si te quieres animar, ponte “las gafas del emprendedor” y sal a la calle. Observa, fíjate en los pequeños detalles y haz una lista de todas las cosas que crees que se podrían crear para mejorar, facilitar, ayudar o permitir que la vida de las personas sea más sencilla y conectada.
Ser emprendedor tiene muchas ventajas, entre las que se incluyen:
Convertirse en emprendedor le da la libertad de construir un producto o servicio desde cero, convirtiendo una idea original en un proyecto viable. Aunque convertirse en emprendedor no siempre será fácil y conlleva muchos riesgos, asumir este rol le dará la oportunidad de crear algo nuevo en el mercado.
Muchos emprendedores se sienten atraídos por un estilo de vida en el que pueden trabajar en horarios flexibles y no tener que adherirse al horario de otra persona. Ten en cuenta que muchos emprendedores terminan trabajando más horas para poner en marcha su proyecto, pero esto puede valer la pena si trabajas por tu cuenta. Ser emprendedor también significa que puedes trabajar desde casa o viajar por trabajo y no estar atrapado en una oficina todo el día.
A menudo, los términos «emprendedor» e «innovador» se utilizan indistintamente. La definición de «innovador» es «pensamiento original y creativo», y un innovador es alguien que «introduce nuevas ideas». Los emprendedores son innovadores porque aplican el pensamiento creativo a un problema o problema y crean un nuevo producto o servicio como solución al problema.
Los emprendedores se enfocan en las soluciones y se enfocan en cómo pueden abordar un problema o problema. Esto significa que a menudo tienen que pensar críticamente para encontrar una solución única. Se centran en cómo pueden mejorar un problema o mejorar una solución existente a un problema
Para tener éxito, los emprendedores deben poder evolucionar y adaptarse a los cambios en el mercado. Esta es una característica importante, ya que les permite responder bien a las necesidades cambiantes del consumidor y ajustar su modelo de negocio para satisfacer las demandas del mercado. A menudo, adaptarse y aprender es la forma en que un emprendedor descubre cómo expandir su negocio y aumentar su impacto.
En un momento como el actual hay quien afirma que cualquier empresa, sea del tipo que sea, tendrá que ser sostenible o no será. Esto quiere decir que la sostenibilidad, más que una tendencia se ha convertido ya en una necesidad y debe convertirse en una constante de cualquier emprendimiento. Cada uno, en las medidas de sus posibilidades, deberá hacer todo lo posible por preservar la salud del planeta y de todo lo que lo habita. Aquí entra de todo, desde el packaging, hasta la energía, el consumo de agua, las emisiones de carbono o la cadena de suministro.
Aquí se juntan dos cosas. Esta por un lado la tendencia de que nos gusta consumir productos más saludables dentro de una agricultura ecológica y más sostenible. Por otro lado, encontramos la necesidad de abastecer de alimentos a una población mundial que no para de crecer y que podría apuntar a un incremento de la producción. Conciliar ambas circunstancias supone todo un reto para los emprendedores y abre todo un abanico de oportunidades a aquellos que lo resuelvan de manera eficaz.
Se refieren así a esos emprendedores que montan su propio negocio para obtener ingresos suficientes que les permitan ingresos suficientes para mantener el estilo de vida que desean. La mayoría son amantes de largos viajes por el mundo, del contacto con la naturaleza y de la libertad. Al contrario de lo que se pueda pensar, la pandemia lejos de frenar esta tendencia, la ha acentuado gracias al aumento del teletrabajo. La start up Floasis ayuda a estos emprendedores a encontrar lugares por Europa donde vivir y trabajar en lugares paradisiacos.
Relacionadas con la evolución tecnológica aparecen también nuevas profesiones: especialistas en datos, robótica, inteligencia artificial, blockchain, nanotecnología, computación cuántica o biotecnología son ahora los conocimientos que demandan las empresas en sus nuevas contrataciones. Más allá de la tecnología, surgen oportunidades para los mentores personales y profesionales, trabajadores autónomos que realizan contenidos digitales o los comerciales.
El 30% del territorio español concentra al 90% de la población, según datos del Gobierno. La cifra pone de manifiesto la progresiva despoblación rural y, con ello, las grandes oportunidades que ofrecen los pueblos para emprender. No obstante, el teletrabajo ofrece un nuevo horizonte para la reactivación de la vida y economía en zonas rurales, que se podrían traducir también en nuevas oportunidades de negocio. Una situación que empodera al emprendimiento rural, que se enfrenta igualmente al desafío de la visibilidad, al apoyo de todos los actores y a la eliminación de la brecha digital.
Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.
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