La sostenibilidad de la sociedad en la que vivimos es posible por la existencia de comunidades en las que sus integrantes se sienten parte de un todo y, a su vez, toman conciencia de que los actos que pueden realizar, tanto individual como colectivamente, tienen repercusión en los demás y en su propio entorno. Los pilares para la creación de comunidades sostenibles empiezan en cada uno de nosotros. Los jóvenes, mediante el descubrimiento, potenciación y desarrollo personal, adquieren un compromiso personal y social y se hacen conscientes de su potencial para formar parte de la sociedad, tomar un rol en ella y transformarla.
Los jóvenes pueden encontrar dificultades en la búsqueda de espacios que permitan multiplicar sus capacidades, potenciar su acción y construir una comunidad. Por eso el desarrollo personal es la llave para encontrar dichos espacios y facilitar la acción comunitaria. A continuación se presentan algunos ejemplos que puedes desarrollar en tu rutina diaria para generar un impacto en la sociedad. El desarrollo de tu identidad y las habilidades sociales pueden aplicarse a cualquier área que te puedas imaginar.
Enfréntate a situaciones a las que no estés acostumbrado. Compra un cuadro, unos pinceles, pintura y ¡déjate llevar! Busca algún instrumento cuya melodía o ritmo siempre te haya llamado la atención y atrévete a tocarlo. Apúntate a clases de yoga y acércate a conocer tu expresión corporal. Piérdete por las calles de tu ciudad y busca las fotografías más misteriosas con tu teléfono móvil. Coge una libreta y un bolígrafo y vuelca tu imaginación entre sus páginas. En definitiva, agota todas las opciones que se te ocurran para destapar tu «yo creativo» y compártelo con tu entorno para despertar la creatividad de los demás.
Ocúpate de tu alimentación y busca acercarte a una dieta equilibrada y saludable. Infórmate de cuáles son las verduras y las frutas de temporada, muestra interés por recetas desconocidas para ti, introduce el ejercicio en tu rutina diaria, acércate a una dieta sostenible y respetuosa con el medio ambiente y abandona el consumismo. Intenta transformar tu conciencia y la de las personas de tu entorno para disminuir la huella ecológica que genera tu comunidad.
Perdón, gratitud y generosidad. Aprende a ver la vida desde unos ojos agradecidos. Valora todo aquello que tienes, aborda los problemas y aprovecha las oportunidades. Agradece las personas que te rodean y la naturaleza que te acoge entre sus brazos. Hazle saber a los demás, con acciones y con gestos, el lugar que ocupan para ti. Asentar las bases de tu bienestar y de tu inteligencia emocional potencia la acción de quien se inspira en tu camino. Conocerte y quererte para poder dar la mejor versión de ti.
Determinados colectivos sociales requieren una mayor colaboración del resto de la sociedad para asegurar su bienestar. Ancianos, personas con diversidad funcional o personas migrantes en busca de oportunidades necesitan la contribución del resto de la comunidad. Aprender de realidades tan diferentes a la tuya te puede ayudar a tener una mayor perspectiva del mundo en el que vives y de las problemáticas que deben solucionarse para el progreso social. Cuando te atreves a romper la burbuja de conformismo que nos rodea, no puedes volver a taparte los ojos. Es el momento en el que te das cuenta del lugar que ocupas y la importancia que tiene tu acción en el desarrollo de una comunidad sostenible.
Uno de los principales obstáculos que encuentran los jóvenes como tú es la sensación de estar siempre ocupado, de no tener tiempo dada la gran diversidad y cantidad de tareas relacionadas con los estudios. La realidad es que cuando aprendes a gestionar el tiempo, tu productividad aumenta considerablemente. Una solución puede ser dividir tus responsabilidades en prioridades y concederles un determinado número de horas. Prioriza lo importante. Y posteriormente, concentra toda tu atención en la actividad que estés realizando evitando las distracciones. Los descansos y tratar de no dedicar más tiempo del estipulado son necesarios para incrementar tu rendimiento. Una persona productiva amplía su capacidad para actuar y su eficiencia.
Todos estos ejemplos y otros muchos pueden acercarte a empezar o continuar el cambio social que necesita tu comunidad para la prosperidad de sus acciones.
El éxito de una comunidad está relacionado al bienestar de todos y cada uno de sus integrantes. El desarrollo de habilidades sociales está directamente relacionado con la capacitación para el crecimiento personal y la amplitud para encontrar espacios donde poner en común lo aprendido. Trata de encontrarte contigo mismo, con la persona que quieres reconocerte, para encontrar tu misión en la comunidad y poder ser ejemplo para los demás. Piensa globalmente, actúa localmente.
Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.