Viajar no solo es una forma de explorar el mundo, sino también una forma de acercar culturas y experiencias. En un mundo tan interconectado, globalizado, en el que puedes viajar casi sin salir de casa pasando reels con tu móvil, los viajeros tenemos una gran responsabilidad sobre qué contamos de los lugares y qué mostramos en nuestras redes.
La sociedad de hoy en día no es consciente del gran impacto que tenemos cada uno de nosotros en nuestro entorno. Cada vez más existen casos de “simples personas” que han conseguido hacer virales comentarios, vídeos o fotos, cuyos mensajes han sido leídos por mas personas que muchos mítines políticos, simplemente por una decisión algo incomprensible de un algoritmo de Instagram.
Además, en el mundo de lo efímero, donde la atención es cada vez más reducida y necesitamos estímulos constantemente, se hace difícil mantener viva la llama de la ilusión de lo sencillo, como puede ser un paseo por un lugar desconocido durante un viaje.
Por eso la actitud que tengas a la hora de viajar, cómo elijas hablar de lo que has conocido y, sobre todo, cómo decidas utilizar lo aprendido, son factores muy importantes para sacarle el máximo partido a tus experiencias viajeras. En definitiva, cómo decidas contar tu historia.
En anteriores artículos ya hablamos de la responsabilidad del viajero y de formas de viajar de manera responsable, te recomiendo que les eches un vistazo. Hoy vamos a hablar de cómo contar la historia al regresar.
El mensaje que transmites a través de tus viajes tiene un impacto significativo. Las fotos e historias que compartes no solo documentan tus experiencias, sino que también moldean la percepción de otras personas sobre esos lugares y culturas. El poder de influir en los demás a partir de tu historia es enorme, así que cuenta tus aventuras de manera respetuosa y positiva para inspirar y educar a tus followers.
Al contar tus historias, sé consciente de la forma en que hablas sobre las personas y las culturas que has conocido. Evita generalizaciones y estereotipos. Trata de entender y respetar las diferencias culturales. Tu relato debe reflejar empatía y una apreciación genuina por la diversidad que has encontrado en tu camino.
Cuando hables de tu experiencia en un lugar, trata de resaltar los aspectos positivos. Es fácil caer en la tentación de compartir imágenes impactantes de pobreza o dificultades, especialmente en regiones como África. Sin embargo, mostrar la felicidad de la gente, la belleza de los paisajes y las ricas tradiciones culturales puede cambiar la narrativa y ayudar a combatir estereotipos negativos. Por ejemplo, en vez de subir una foto de un barrio pobre, sube una imagen de un mercado vibrante, una danza tradicional o una sonrisa contagiosa.
No dejes que todo lo vivido se quede allí o en ti como un “simple recuerdo”. Existen muchas formas de seguir en contacto con esos lugares, personas y culturas. Por ejemplo, unirte a grupos de gente extranjera que están en tu ciudad puede ayudarte mucho a seguir en contacto con otras culturas. O únete a proyectos de barrios que colaboren con poblaciones migrantes o, por qué no, empieza tu propio proyecto.
Déjame que te cuente que al volver de la experiencia que cambió mi vida -un verano en Senegal-, volví decidido a seguir en contacto con aquel lugar y su gente. Empecé un proyecto con unos amigos, una asociación de jóvenes que a través de actividades recaudábamos dinero para seguir creando proyectos allí. Además formábamos a voluntarios y creamos una comunidad preciosa que todos los veranos íbamos al mismo pueblo de Senegal. Esto me ha permitido llevar a Senegal, el pueblo de la teranga, siempre conmigo.
Llevar un diario de viaje es una excelente manera de recordar y reflexionar sobre tus experiencias. Escribe sobre tus días, las personas que conociste, los lugares que visitaste y las sensaciones que te provocaron. No te preocupes por la perfección, lo importante es capturar tus pensamientos y emociones en el momento.
Incluye cosas y detalles personales en aquello que escribes. No te limites a describir los lugares. Incluye tus propias impresiones y sentimientos. ¿Qué te sorprendió? ¿Qué te hizo reír? ¿Qué te conmovió? Estos detalles personales harán que tu diario sea único y más significativo para ti cuando lo releas en el futuro.
Así, en definitiva, para tus próximos viajes ten en cuenta estos pequeños consejos:
Después de cada viaje, tómate un tiempo para reflexionar sobre lo que has aprendido y cómo ha cambiado tu perspectiva. ¿Qué has aprendido en este viaje? ¿Qué has aprendido sobre ti mismo?¿ que es lo que mas te ha gustado del lugar que has visitado? ¿ Y de la cultura? ¿Qué hay de diferentes a la tuya? ¿Y que hay de parecido?
Cuando compartas tus historias y fotos en redes sociales, hazlo con la intención de educar e inspirar a otros. Tus seguidores pueden aprender mucho de tus experiencias y tú puedes ayudar a fomentar una visión más positiva y respetuosa del mundo. Cada vez hay más gente bloguera que cuenta hisotrias de los lugares. Y si tu intención no es la de ser instagramer o tiktoker, ¡haz fotos para que te ayuden a recordar los momentos y lugares que visitaste!
Finalmente, empieza a soñar con tu próxima aventura. Viajar no es tan difícil después de todo y el impacto y lo que aprendes es algo que queda contigo para siempre. Ponte a planear tu próxima aventura, sin olvidar que viajar no es cruzarse el charco durante semanas, ¡siempre hay aventuras que vivir a pocas horas de donde vives!
Viajar es una oportunidad increíble para crecer, aprender y compartir. Contar tu historia de manera positiva y respetuosa puede tener un gran impacto en cómo otros ven el mundo. ¡Feliz viaje, joven aventurero!
Apasionado por viajar, las culturas y las personas, Sergio es un ingeniero con experiencia en proyectos de cooperación internacional y de impacto social en comunidades por África y América Latina. Trabaja como coordinador de un proyecto de educación en África, ha fundado una ONG que trabaja con jóvenes activistas y ha montado una startup de movilidad sostenible.