Cultivando el compromiso y la constancia

Cultivando el compromiso y la constancia
12Jun 2021

Si te has propuesto ser más constante y tener un alto nivel de compromiso, en este artículo veremos algunos consejos que te pueden ser útiles. 

¿Cuántas veces has empezado algo, con todas las ganas del mundo, supermotivado e ilusionado, trayendo lo mejor de ti y dando lo que parecían ser los pasos correctos para conseguir tu meta… para, al final, acabar desinflándote como un globo pinchado y quedarte a mitad de camino? Esto puede ser frustrante y llevarnos a cuestionar nuestra fuerza de voluntad, falta de compromiso o la percepción que tenemos sobre nosotros mismos. 

Sobre todo, tranquilo, no eres el único al que le ha pasado.

Todos tenemos infinidad de propósitos y objetivos que tristemente se quedaron a medias o que ni siquiera llegamos a empezar.

Quizás un buen día nos preguntamos a nosotros mismos para qué tanto esfuerzo por ese examen que no salió como tú querías. Quizás de repente dejamos de tener la motivación por aprender ese idioma nuevo. Quizás nos dimos cuenta de que habíamos silenciosamente abandonado nuestro empeño por hacer deporte y estar saludables.

Y para no deprimirnos del todo, mejor ni entramos a hablar sobre los famosos propósitos de año nuevo. Aquí encontrarás un artículo que te puede ayudar con los propósitos para este verano o para el curso que viene. 

Nuestra mente y los nuevos propósitos

Gran parte del problema reside en cómo funciona nuestra mente a la hora de establecer nuestros propósitos, en concreto a la hora de entender el compromiso que establecemos con ellos.

La constancia

Precisamente el otro día una amiga me decía que quería aprender francés. Su única preocupación era que algún día no pudiera hacerlo, porque fue la razón por la que acabó dejándolo la última vez que se lo propuso.

Lo primero que mi amiga se dice a sí misma es que va a estudiar todos los días al menos 30 minutos de francés, por muchos planes que puedan salir en verano. Es algo importante para ella, no va a escuchar ninguna estupenda excusa para no hacerlo y dice que va a ser constante con su objetivo, día sí, día también.

Hasta aquí, estupendo. Ha programado su mente estableciéndola con un nivel de compromiso alto, lo cual es crucial y necesario para alcanzar la meta y cumplir su propósito. Cualquier nivel por debajo de un compromiso total, no funcionará.

Compromiso y PNL

Tendemos a establecer un nivel de compromiso medio o bajo. Solemos expresarlo diciendo cosas como: “lo voy a intentar” o “me gustaría conseguirlo”. La programación neurolingüística (PNL) nos enseña cómo ciertas palabras como “intentar”, “querer” o “gustar”, cuando establecemos un nivel de compromiso con nuestros propósitos, puede limitarnos para llegar a conseguirlos. 

Si te paras un momento a pensarlo, cada vez que decimos que vamos a “intentar algo”, le mandamos una señal a nuestra mente con dos caminos muy diferentes. El primer camino sería algo como:

“Puede que sí lo haga, pueda que lo consiga, creo que tengo las herramientas” pero también está el segundo camino que en el cual nos decimos “no va a salir, al menos lo intenté, creo que nos estoy dispuesto a ser constante con esto”. Por lo que nuestra mente se programa y prepara para los dos caminos. Puede que sí o puede que no, dependerá de las circunstancias externas. 

Si iniciamos desde el principio asumiendo que nuestro objetivo lo vamos a realizar, programamos a nuestra mente para estar dispuestos a pagar los precios necesarios y conseguir aquello que nos hemos propuesto. Esto es lo que definimos como tener un alto nivel de compromiso. 

Pruébalo tú mismo, piensa en algún objetivo que tengas en tu vida. Y ahora prueba a decirlo de dos maneras diferentes.  

Ejemplo:

  • Para octubre de este año intentaré/ me gustaría tener un nivel B2 de francés.
  • Para octubre del año que viene tendré un nivel B2 de francés.

¿Notas la diferencia? ¿Cómo reacciona tu mente con cada una de las frases?

Pero… ¿por qué aunque tú estés totalmente convencido de estar comprometido al 100% llega un buen día que tu propósito deja de funcionar?

Los grandes errores

El compromiso

¿Qué pasa si un día mi amiga no puede estudiar francés porque le ha surgido algo ineludible? Recordemos que, como ella misma decía, ese era su gran dilema: la constancia.

El problema es que la mente entiende los compromisos como algo absoluto. Y dentro de esa lógica binaria absoluta de blanco o negro, no sabe cómo hacer para encajar la gama de grises que son los imprevistos.

Para una mente sin entrenar, aplicando su lógica de “blanco o negro”, un imprevisto en su objetivo tiene el significado de fracasar de forma inmediata en su compromiso. 

Hay varios estudios científicos que ya han probado que se necesitan mucho más que únicamente 21 días para formar un hábito, en cuyo caso quedará anotado en la lista mental de fracasos y tendrá un uso futuro para dinamitar sus ganas de emprender próximas metas y propósitos.

Por ello es  importante saber convivir con la escala de grises

El otro gran problema es que nos dejamos llevar por nuestra motivación y la ilusión de un nuevo proyecto u objetivo, sin establecer ningún plan, sin pararnos a pensar las cosas a las que tendremos que renunciar. 

Saber cómo el objetivo cuadra con todo el resto de las cosas de tu vida es imprescindible. 

4 Trucos para cultivar el compromiso y la constancia

1. Entrena tu mente

No seas demasiado duro contigo mismo. Por el camino, los fallos son reales y necesarios, nadie instaura un hábito en su vida a la primera. Además, no es un proceso lineal.

2. Objetivos específicos y realista

Ya sea a corto o largo plazo, un objetivo vago o poco realista hará que estés abocado a abandonarlo. No es algo malo que sea una meta ambiciosa, pero ten en cuenta que, cuanto más lejos mires, más largo será el camino.

3. Fragmentar el proceso ayuda a ser más constante

Un éxito lejano y un proceso lleno de baches llaman al abandono. Por eso, fragmentarlo en etapas facilita mantenerse constante al ir realizando pequeños logros en los que recrearse. Esto es válido tanto para objetivos a largo como a corto plazo. 

Celebra los logros y acepta los fracasos como parte del proceso.

el compromiso y la constancia

4. Tolera la frustración

Convivir con la frustración es otra carrera de fondo, pero aquí tienes algunos consejos para que no te frene:

  •  Date tiempo para procesar las emociones y poder razonar en frío.
  •  Sé flexible con tus estrategias: empeñarte en algo que falla sistemáticamente te impide avanzar en el proceso hacia tu logro, además de frustrarte continuamente.
  • Recuerda que somos seres humanos, no máquinas.

A la hora de establecer tus compromisos con tu mente, ayuda a tu mente a entender que las cosas no funcionan en términos absolutos y planea de antemano qué vas a hacer cuando falles en tu propósito.

¿Qué es mejor, aquella persona que cumple con su propósito 12 días seguidos y al 13 falla, se desmotiva y deja que su mente abandone por completo? ¿o aquella persona que cumple con su propósito 14 días seguidos, el 15 falla, pero se motiva más aún y consigue continuar otros 20 días hasta que vuelve a fallar, y así sucesivamente?

Cuando uno se compromete al 100% con un propósito implica hacerlo independientemente de lo que ocurra. Pero sobre todo implica seguir haciéndolo, da igual lo que ocurra.

No busques la perfección, sino la constancia.

PNL

Te lo cuenta...

Iván Ballesteros

Iván Ballesteros

Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.

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