Aunque la fiesta de Navidad es una celebración internacional, cada país lo celebra a su manera. Descubramos las costumbres tradicionales de Gran Bretaña.
En Reino Unido, los días festivos nacionales son bastante más escasos que en España. La Navidad es un período muy esperado por los ciudadanos británicos, que siguen sus tradiciones con gran devoción.
Desde principios de diciembre, las familias inglesas empiezan a decorar su hogar. La tradición obliga a respetar un código de color muy preciso y el verde y el rojo son los colores predominantes en estas fechas. Una vez colocado el abeto en su lugar, se cuelgan de sus ramas las famosas tarjetas navideñas. Escribir tarjetas de Navidad a los amigos y la familia a principios de mes es una actividad que nadie se salta. Todas las que se reciben se cuelgan del árbol y no se retiran hasta el 6 de enero, día de los Reyes.
Con las casas debidamente adornadas, a partir del 24 de diciembre empiezan a sonar los Christmas carols -equivalentes a nuestros villancicos- por los comercios, por las calles y por todas partes. Los carols eran cantos y bailes de celebración y alegría en tiempos paganos y la costumbre de cantarlos en Navidad se extendió al periodo cristiano. Se han escrito muchos a lo largo de los años, pero los más famosos remontan a la época victoriana. Los niños cantan para el vecindario mientras el resto de la familia está elaborando los pasteles tradicionales de Navidad, unas pequeñas galletas llamadas mince pies, hechas a base de frutos secos. Son las que se dejarán próximas al árbol para Santa Claus, con idea de ayudarle a retomar fuerzas para seguir con su reparto de regalos.
El 25 de diciembre, día de Navidad, es el más importante para toda la familia y se empieza abriendo los regalos bajo el árbol. Muchos británicos respetan el origen religioso de esta celebración y asisten a misa ese día. El momento cumbre de la celebración de la Navidad es la comida, tradicionalmente compuesta de una sopa de ostras y salmón de Escocia, un pavo asado con castañas y salsa de verduras, el famoso queso Stilton y el tradicional pudín navideño, compuesto por frutas confitadas maceradas en alcohol. La costumbre es esconder pequeños objetos como monedas de seis peniques (símbolo de prosperidad), anillos (símbolo de amor), un botón (para los hombres mayores), un dedal (para las mujeres mayores) o un cerdito (para los ahorradores).
En la mesa, al lado de cada plato, se coloca un Christmas cracker. Este pequeño objeto es un cilindro de cartón que se envuelve con papel de regalo dándole forma de caramelo y se abre entre dos personas tirando cada una de una extremidad. El que consiga quedarse con el trozo más grande, se queda con el regalo que contiene. Originariamente en su interior había una corona en papel de seda -que el ganador tenía que ponerse-, caramelos y una hoja con un chiste o frase escrita. La gracia añadida es el “chasquido” que emiten cuando se rompen, y de ahí viene su nombre. Esta tradición, creada en Londres en 1847 por el dueño de una tienda de caramelos llamado Tom Smith, ha ido evolucionando con los años, y en él ahora se incluye un pequeño obsequio y las coronas han pasado a ser de colores.
El discurso televisado de la Reina ha tenido lugar de forma prácticamente ininterrumpida desde 1932, siendo el primero un mensaje radiofónico del rey Jorge V. En 1955 la Reina Elizabeth hizo su primer discurso televisado ante la nación. Desde 1959, se emite invariablemente a las 3 de la tarde del día de Navidad. El formato y los contenidos son siempre muy similares: los acontecimientos de los 365 días previos y un mensaje alentando la unión de todos los ciudadanos.
El 26 de diciembre es el Boxing Day o día de “hacer cajas”. Los orígenes de este nombre son dudosos. Puede provenir de la costumbre de la Iglesia Anglicana de repartir cajas de donativos entre los pobres o hacer referencia a las cajas de regalos que los aristócratas distribuían entre los pobres después de Navidad. Normalmente, el 26 de diciembre, los sirvientes de las casas más adineradas podían disfrutar de un día libre para ver a sus familias después de haber tenido que trabajar el día de Navidad en casa de sus señores. En esa fecha, obtenían algún tipo de regalo o agradecimiento material en una caja (box) por parte de sus empleadores.
Y para los más intrépidos, se celebra el día del baño navideño, o Christmas Day Swim, en el que cientos de nadadores británicos celebran el espíritu de la navidad bañándose en el Lago Serpentine de Hyde Park. El nado de Peter Pan, así denominado, remonta a 1864 cuando docenas de hombres y mujeres nadaron 100 yardas en aguas heladoras mientras los espectadores contemplaban desde las orillas. Actualmente, solo pueden participar miembros del Club de Natación Serpentine.
Ya conoces las tradiciones más características de la Navidad británica, así que, si te animas, desde The Lemon Tree Education te deseamos A very merry Christmas!