La Constitución estadounidense establece que no es misión del gobierno central, sino de los estados federados, ofrecer un sistema educativo que atienda las necesidades de sus ciudadanos. Esta descentralización hace que cada estado tenga la responsabilidad de organizar, administrar y evaluar su propio sistema educativo. El Gobierno federal se limita a supervisar y ofrecer programas de compensación educativa para las minorías con necesidades educativas específicas y a financiar proyectos y programas innovadores. Los distritos escolares locales son los que diseñan y ejecutan los planes de estudios, contratan el personal y administran los presupuestos.
La enseñanza obligatoria abarca diez o doce años, según los estados, normalmente de los 6 a los 16/18 años (1º a 10º/12º curso).
Como hemos visto, abarca desde los 2 a los 5 años de edad. Aunque no es obligatoria, se va implantando progresivamente y, cada vez con mayor frecuencia, se ofrece en las escuelas de Educación Primaria. El grado de financiación pública de esta etapa varía según los estados e incluso según los distritos.
La educación en estos niveles de infantil no es obligatoria y, por tanto, tampoco la enseñanza es gratuita. Sin embargo, muchos padres deciden hacerlo por cuestiones de conciliación con el trabajo o porque les gustaría darles a sus hijos una ventaja en su educación, adquiriendo habilidades a una edad más temprana.
Como dato interesante, su duración varía según el estado. Si bien es cierto que en la mayoría comprende desde los cursos 1º a 5º, es decir, de 6 a 10 años. En otros estados, tal y como puede verse en la tabla, puede ser desde 1º hasta 6º (de 6 a 11 años).
No existe un currículo educativo nacional, aunque son obligatorias ciertas asignaturas como Matemáticas, Escritura y Lectura (desde 1º a 3º), Literatura y Lengua inglesa (a partir de 4º), Ciencias, Estudios Sociales y Educación Física. En algunos centros educativos se exige también el estudio de Informática, Música y Arte. Además, algunos colegios ofrecen una segunda lengua extranjera entre las asignaturas optativas.
La organización de la Enseñanza Secundaria también difiere según los estados. Así, encontramos una etapa de Middle School que habitualmente incluye de los cursos de 6º o 7º a 8º, es decir, estudiantes de 12 o 13 a 14 años o el Junior High School, con los cursos de 7º a 8º, con estudiantes, en este caso, de 13 a 14 años.
Es importante recalcar que con cualquiera de los dos sistemas de organización se accede al High School.
Normalmente estudian las mismas asignaturas antes mencionadas pero en un nivel más avanzado. Las clases de idiomas extranjeros se estandarizan y también llevan más materias optativas en el plan de estudios.
En este nivel se imparten los cursos de 9º a 12º, con edades que comprenden de 14 a 18 años. Al finalizar el duodécimo curso se obtiene el High School Diploma, que equivale al Título de Bachiller del sistema educativo español.
Además de tener materias más avanzadas en matemáticas, inglés, ciencias e historia, los estudiantes pueden escoger “asignaturas optativas”. Estas asignaturas centran en una habilidad o temática de interés específica. Por ejemplo, pueden realizar cursos de Periodismo, Escritura Creativa, Astronomía, Teatro o Danza, entre otros. Por lo general, los estudiantes eligen estas optativas en función de sus intereses y de lo que les gustaría estudiar en la universidad.
En la etapa de educación secundaria, los alumnos pueden acceder a estudios de carácter profesional, como aquí en España. De ellos se encargan las escuelas vocacionales o técnicas (Vocational and Technical Schools), que ofrecen cursos de Secretariado, Mecánica, Fotografía, Enfermería, Estética, Diseño, etc. Posteriormente, estos alumnos pueden proseguir sus estudios en un Technical College o incorporarse al mundo laboral.
Estados Unidos, según datos de World University Rankings de 2022, cuenta en su haber con 5 de las 10 mejores universidades del mundo. El Massachusetts Institute of Technology (MIT) ocupa el número uno de esta clasificación.
No obstante, en esta etapa educativa, se distinguen tres tipos de enseñanzas: las que ofrecen las escuelas técnicas, las escuelas universitarias y las universidades. De igual modo, en gran número de universidades estadounidenses suele haber en sus campus diferentes Colleges o facultades, y ofrece, además, una variedad de titulaciones de Grado, Programas de Postgrado y Doctorado.
Las universidades estadounidenses tienen fama de ser caras. Muchos jóvenes piden créditos para pagar las tasas universitarias, que devuelven una vez que empiezan a trabajar.
Cabe señalar la gran movilidad de estudiantes que tiene lugar en todo el país, ya que estos pueden elegir cualquier universidad, dependiendo de los requisitos especiales de cada una de ellas y de las posibilidades económicas de que se dispongan.
Normalmente, los alumnos viajan a la escuela de distintas maneras. Pueden caminar, ir en bicicleta, ir en coche con sus padres o ir en autobús escolar. Los distritos escolares ofrecen el transporte escolar a los alumnos que viven más lejos de las escuelas o a los que no pueden llegar al centro educativo de manera segura.
La mayoría de las escuelas públicas no tienen uniforme, pero los jóvenes deben cumplir un código de vestimenta adecuado. Por su parte, las escuelas privadas requieren que todos los estudiantes usen el mismo uniforme todos los días.
Es importante recordar que las actividades extraescolares o extracurriculares son muy importantes y se anima a los estudiantes a participar en ellas. Por ello, hay varios clubes o deportes que se ofrecen fuera de la jornada escolar regular, como fútbol, atletismo, banda musical o teatro. En la mayoría de los distritos escolares, los deportes y los clubes se patrocinan y pagan mediante donaciones. A veces se requiere que los alumnos paguen una cuota nominal.
Existen tres tipos de centros educativos:
Por otra parte, la financiación de los centros escolares es compleja, ya que no solo intervienen los poderes públicos (normalmente a través de los distritos escolares), sino que se involucra toda la comunidad (las instituciones locales o instituciones y corporaciones de carácter privado). Sin embargo, en el caso de centros de Título 1, que son centros con alumnos de bajos recursos económicos y de Título 3, centros con estudiantes que sean hablantes de otras lenguas distintas del inglés, las ayudas económicas vienen del gobierno federal.
En definitiva, el sistema educativo estadounidense no difiere mucho del sistema educativo español. Quizá la carga lectiva no sea la misma y su catálogo de asignaturas sea diferente al nuestro, pero en los aspectos más importantes: etapas educativas, centros educativos, valores e intereses para los estudiantes, se desea lo mismo.
¡Bienvenido al sistema educativo estadounidense! ¿Te animas?
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