Si eres de los que tiene el récord olímpico en dejar las cosas para más tarde o de hacer las cosas en el último momento: este libro te interesa. Igual te estás preparando para un examen o no consigues terminar uno de tus poemas, quizá intentas sacar adelante un negocio, empezar esa dieta o animarte a hacer ese maratón, pero te vence la pereza cada vez que te topas con un obstáculo o te entregas a la dilación según asoma por la puerta ¿te suena?
Si estás cansado de pelearte contigo mismo y estás convencido de que ha llegado el momento de coger al toro por los cuernos, prepárate: tenemos algo que te ayudará a romper, por fin, con las barreras creativas internas.
Esta obra, de apenas 180 páginas, es de fácil y amena lectura. Se compone de tres partes, o “Libros” según los llama Steven Pressfield, su autor, experto en el campo de aprender a escribir y en cómo convertirse en un «pro».
Es posible que este libro te haga sentir un poquito culpable al principio, pero tiene un fin para la conquista que nos traemos entre manos. Nos hace mirarnos en un espejo y ver las cosas por lo que son, ya que ser realistas es un paso indispensable antes de poder avanzar y ganar terreno, y enfrentarnos a uno de nuestros más grandes rivales: la Resistencia (¡con mayúscula!). De esta última hace un análisis extenso y enumera y define todas y cada una de las versiones en las que se nos presenta; algunas de las que igual somos conscientes (como puede ser el auto-sabotaje) y otras más pícaras, escurridizas y difíciles de atrapar (como la auto-decepción, auto-corrupción, etc.). Te reirás entendiendo la dinámica de cómo opera y de los múltiples disfraces que viste para camuflarse, vencerte y distraerte de tu objetivo principal, que a fin de cuentas viene a ser, ponerte a trabajar y conseguir lo que te has propuesto.
¡Pero que no decaiga el ánimo! Antes de que te de tiempo a sentirte abatido, llega el segundo libro para sacarte de un tirón de donde te escondes con tus excusas en las trincheras y recordarte de que hay esperanza: la Resistencia puede, y debe, ser vencida. El autor dibuja un plan estratégico e ingenioso para combatirla en el que lo primero es entender que liderar esta conquista es menester de un general, o en términos modernos, de un profesional de los pies a la cabeza. Y para que no te queden dudas sobre qué quiere decir con esto, el autor ilustra uno a uno los hábitos y “saber-haceres” del perfil que nos conviene interiorizar a la hora de enfrentarnos a nuestros retos del día a día: como por ejemplo invertir más tiempo haciendo, que diciendo que haremos. Pero no basta con entenderlo, es fundamental aplicar una voluntad férrea de querer ser, y serlo. Se es o no se es, sin más (y sobre todo sin excusas y sin mentiras). Si lo has entendido, sabrás, que tú, y sólo tú, mandas.
Dicho así, puede parecer duro, pero es más bien todo lo contrario: el autor se las apaña para que esta colección de verdades sobre el proceso de conquista de cualquier propósito, sea estimulante y divertida. Además lo hace de manera honesta y directa, tierna también (habla mucho desde la empatía), como cuando nos hace entender que, aunque a veces nos parezca que somos un David luchando contra Goliath, no estamos solos, y que en esta guerra (que nos traemos sobretodo contra nosotros mismos), el apoyo de aquellos que nos rodean, es la munición y bala de plata con la que podremos enfrentarnos a cualquier monstruo, miedo, reto o hazaña.
Llega el tercer libro y nos abre una ventana al maravilloso mundo de las musas, a la reclamada inspiración, a las ideas que nos vienen, a la magia del compromiso y lo que sucede cuando uno pone todo de su parte. ¡Más aún si se hace con convicción y haciendo trabajar al talento! También nos habla del miedo (¿quién no lo tiene?), de la vida y la muerte, del ser y del ego, y con todo este mapa por delante, no es de extrañar que a estas alturas empieces a sentirte como si el viento soplase a tu favor y comenzaras a divisar cuál es la ruta a seguir para llegar a tu destino. ¡Esto empieza a oler a victoria, chic@s!
Hay que entender que el proceso creativo es orgánico y para que sea fructífero debe tratarse como si fuera un trabajo a tiempo completo, uno ha de armarse hasta los dientes con disciplina, constancia y dedicación, también con ilusión, humor, amor y respeto. Tampoco podrían faltar el valor y la determinación de ser auténticos e implacables. ¡¡A tope de power!!
Os advertimos de que esta obra es muy persuasiva y sin duda te provocará y te motivará a levantarte convencido de que puedes (¡y debes!) y ponerte manos a la obra.
“El trabajo creativo es… un regalo para el mundo y todos quienes vivimos en él. No nos prives de tu contribución. Danos lo que tienes”
Steven Pressfield
¿A qué esperas? ¡¡Vamos a por la conquista, chic@s!!
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