Lo que más necesitamos hacer es escuchar dentro de nosotros el llanto de la Tierra.
Thich Nhat Hanh
Dentro de unos días le damos la bienvenida a la primavera. Estos meses que normalmente viene un tiempo más agradable, todo está lleno de colores, frutas y verduras de la temporada, podemos tomar el sol con precaución, viajamos, tenemos las vacaciones de Semana Santa y muchas otras cosas más.
Podemos también verlo como una nueva oportunidad para mirar en nuestro proceso de desarrollo personal
La primavera es siempre una buena época para cultivar.
Si queremos cultivar una cultura de equidad, inclusión y sostenibilidad, una de las primeras cosas que debemos aprender es escuchar con mayor profundidad.
Las múltiples crisis que observamos en el mundo son una señal de que, como especie, hemos perdido el camino que nutre toda la vida. Necesitamos escuchar profundamente para encontrarlo de nuevo.
Estate quieto. Los árboles adelante y arbustos a tu lado
No se pierden. Donde quiera que estés, se llama aquí
Y debes tratarlo como un poderoso extraño,
Debes pedir permiso para saberlo y ser conocido
El bosque respira. Escucha. Responde,
He hecho este lugar a tu alrededor,
Si lo dejas puedes volver otra vez, diciendo Aquí.
No hay dos árboles iguales para Cuervo.
No hay dos ramas iguales para el Pájaro.
Si lo que hace un árbol o un arbusto se pierde en ti,
Seguramente estás perdido. Estate quieto. El bosque sabe
Dónde estás. Debes dejar que te encuentre.
~ David Wagoner
Como fanático de la lectura, siempre me han fascinado los libros que cuando terminabas de leerlos, algo en ti mismo había cambiado o se había dado cuenta de algo nuevo que quería poner en práctica. A mí me pasó hace muchos años con el libro “The Noticer”. Fundamentalmente, este libro relata la importancia de ver las cosas con perspectiva. Como es la pieza fundamental de la manera en que percimos las cosas y le damos significado a nuestro alrededor.
El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en ver con nuevos ojos.
Marcel Proust
Un paso importante hacia el desarrollo personal, la transformación y el despertar hacia una nueva forma de ver y estar en el mundo, es aceptar que todos los puntos de vista, sin importar cuáles sean, hasta cierto punto, siempre serán parciales, limitados y tendrán ‘puntos ciegos’. No importa cuánto piense yo, o tú, que tenemos razón o que nuestra perspectiva sobre un determinado tema es la más apropiada, siempre ayuda suspender el juicio durante un tiempo y explorar otras perspectivas y opiniones.
Uno de los primeros pasos hacia una transformación de la conciencia es poder tener diferentes puntos de vista, suspender el juicio de perspectivas y enfoques diferentes a los nuestros hasta que al menos hayamos explorado cómo estas diferentes perspectivas pueden ayudarnos a obtener una comprensión más profunda de la realidad.
Los principales problemas de nuestro tiempo: la creciente amenaza de la guerra nuclear, la devastación de nuestro entorno natural, nuestra incapacidad para hacer frente a la pobreza y el hambre en todo el mundo, por mencionar solo los más urgentes, son todos aspectos diferentes de una sola crisis, que es esencialmente una crisis de percepción.
Fritjof Capra (1994)
Si queremos resolver la crisis ecológica, social y económica que actualmente amenaza la supervivencia de nuestra especie y continúa llevando a la extinción a miles de especies cada año, tendremos que abordar la crisis de percepción que se encuentra en el corazón de problema. La ampliación de nuestros círculos de empatía y compasión, primero requiere que podamos ver el mundo desde la perspectiva de otra persona y tener la posibilidad de que su perspectiva sea tan valiosa como la nuestra. Esto nos permite crecer, cambiar de opinión y obtener una visión más profunda de la complejidad de los problemas que nos ocupan.
Te propongo algo, un ejercicio sencillo para antes de ir a dormir:
Prepárate para una buena noche de sueño repasando las acciones del día:
Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.