¿Ya tienes tus nuevas metas para este año 2023? ¿Han cambiado algunas? ¿Sigues con las metas u objetivos del año pasado? ¿Tienes dudas?
En este artículo hablaremos una vez más de la habilidad de crear. Puedes ver algunos artículos relacionados aquí o aquí.
Aunque estamos diariamente creando, en muchas ocasiones lo hacemos de manera inconsciente. Creamos experiencias, creamos comidas, creamos sueños en nuestra imaginación. Pero realmente, ¿cuántas de estas cosas las hacemos de manera consciente? Es decir, ¿cuántas de estas veces estamos dándonos cuenta mientras llevamos a cabo el proceso de crear o incluso antes con el proceso creativo previo?
Nuestras sociedades están muy enfocadas en el resultado, como único componente y fundamento de todo el proceso de creación. Para poneros un ejemplo sencillo, solo vemos el cuadro que se nos presenta en la exposición, en la casa de alguien o en un bar. Opinamos, juzgamos e incluso criticamos la pieza final. Pero ¿qué hay de todo el proceso anterior? ¿Opinamos, juzgamos o criticamos este proceso previo?
Os comparto una experiencia. Desde hace un mes me encuentro en la Alpujarra (Granada), viviendo en Bubión, a unos 1500 metros de altitud. Conocí a un reconocido pintor y carpintero de la zona. Sus cuadros se pueden encontrar en varios cortijos alrededor de estos pueblos y en muchos de los bares que utiliza como lugar de exposición. También hace cuadros por encargo, pero os aseguro que raro será si conseguís encontrarlo por internet. El caso es que escuché a dos mujeres admirando sus obras, incluso estaban pidiéndole un cuadro para los próximos meses.
Lo más curioso de la historia fue escuchar al pintor hablar de como había desarrollado el proceso para pintar algunos de sus cuadros anteriores. Este hombre vive en las altas montañas de Sierra Nevada. Durante algunas épocas del año, un amigo suyo le deja un caballo y durante varios días se recorre las montañas para llegar a un refugio que se encuentra en Sierra Nevada.
Durante la caminata con el caballo encuentra la inspiración en los paisajes, atardeceres, flores, ríos, montañas y todo lo que se va encontrando. Se para y haces bocetos, reflexiona, contempla, observa muchas de las cosas que plasmará posteriormente en sus cuadros. Cuando llega al refugio empieza su proceso de mezcla de colores y pintura de su nueva obra. El pintor habla de lo importante que es hacer el proceso divertido, fluido, emotivo y enfocado. No solo resalta el poder de sus obras, sino todo el proceso que tiene detrás. Desde organizar la caminata, preparación de mochila, caballo y espacios. ¿Interesante verdad?
Crear es una habilidad que se puede aprender y desarrollar. Como cualquier habilidad, aprendes con la práctica y la experiencia práctica; puedes aprender a crear, creando. Sin embargo, hay algunos pasos que puedes seguir, no como una fórmula para adoptar, sino como sugerencias para guiar tus acciones.
La creación a veces comienza al final. Una forma de empezar es tener una idea de lo que queremos manifestar. Podemos partir de una visión, individual o colectiva, de lo que quieres conseguir.
Esto puede servir como inspiración y acompañamiento («¡No estoy solo!»), además de mostrarnos lo que ya se está haciendo en esa área, para que tengamos contexto para nuestro proyecto original.
No basta con tener una idea o una visión maravillosas, tenemos que hacer algo para que sea real, para manifestarlo. A veces hacemos cosas que generan críticas, a veces cometemos errores graves y tenemos que empezar de nuevo, pero la creación requiere que actuemos.
Hay tres etapas fundamentales en todo proceso creativo: germinación, asimilación y finalización (los veremos en el próximo artículo). ¡No te lo pierdas!
Cada nueva creación te brinda experiencia y conocimiento de tu propio proceso creativo. Naturalmente, aumentará tu capacidad para visualizar lo que deseas y lograrlo.
Hazlo fácil y tomate tu tiempo. Pero sobre todo, hazlo divertido e inspirador.
Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.