Tras un intenso verano, empiezan los nervios, es momento de compras compras, mamá y papá te preguntan cosas tipo: ”has preparado ya…”. Llegan las dramáticas -pero tan necesarias- despedidas de amigos, familia, amigos de la familia y vecinos porque ha llegado por fin el momento. Tras un vuelo de más de 8 horas, una visita turística a una de las grandes ciudades de Estados Unidos, unos cuantos contactos más cargados en tu agenda móvil, muchos nervios y pocas horas de sueño… ya llegas. Estás de camino a un pueblecito americano que ni sabías que existía, si bien en 10 meses hablarás de él como el que habla de su propia ciudad.
Pero, ¿y ahora qué? te preguntarás. Pues bien aquí os dejamos algunos consejos que os sacarán de más de un apuro y que, a pesar del gran choque cultural, os ayudarán a no sentiros desorientados en esta gran aventura que acabáis de iniciar y que posiblemente se convierta en el mejor año de vuestra vida.
Primera y abrumadora bienvenida, charla de camino a casa con presentaciones y montones de preguntas, de las cuales captarás el 5%… ¡No te agobies!, limítate a aceptarlo y a acostumbrarte a pedir que te repitan la pregunta. Es normal, acabas de llegar y lo saben, tienes que hacer oído y al principio cuesta. Tranquilo, intenta imaginar todo lo que habías preparado o intenta contestar despacio y hacerles sentir que, aunque es difícil, tienes muchas ganas de expresarte y de compartir este año con ellos. Al fin y al cabo van a ser tu familia, tu apoyo incondicional en EE.UU. y se han ofrecido voluntariamente a acogerte, por lo que has de estar muy agradecido.
Recuerda que esto es muy importante: has de dar las gracias tantas veces como sea necesario, ya que para ellos es un gesto de honradez y cordialidad. Te darás cuenta de que todo fluye más fácilmente pidiendo las cosas por favor, agradeciendo sus gestos e intentando entender por qué toman ciertas decisiones. Algunos ejemplos: si tienes hambre y no hay nadie más en casa, no dudes en ir a la nevera y tomar algo de beber o comer; si la familia está contigo, por supuesto, pregúntales si puedes beber o comer algo. Te vas a dar cuenta de que no están muy acostumbrados a ofrecer nada; no son maleducados, recuérdalo, solo son distintas costumbres y su propia cultura.
También es muy probable que la coordinadora local (LC) contacte contigo los primeros días para presentarse y poder comentar los primeros pasos.
Nada más llegar te darás cuenta de que, en la mayoría de los estados en EE.UU., la religión tiene un papel muy importante en la vida familiar y participan en cada actividad promovida por su iglesia, no sólo en la misa del domingo. Esto es a lo que ellos llaman “la comunidad”. Puede que te resulte raro al principio y lo primero que pienses es: “yo en España no voy a misa”. Ya, pero es que esto no es España y tampoco esta actividad es como nosotros la conocemos. Puede que te cueste algo más el hecho de tener que madrugar y ponerte guapo/a para ir a la iglesia un domingo, pero te alegrarás de haberlo hecho, sobre todo, si aún no has empezado el cole, ya que esto te hará conocer a gente más rápidamente, participar en muchas actividades, quedadas, cantar, reír y empezar a hacer tus primeros pinitos en voluntariado o community service que, como bien sabes, es muy importante para el éxito de tu año escolar.
Prepara bien tu mochila la noche de antes, acuerda con tu familia si vas a llevar un packed lunch para el almuerzo o algunos dólares para comer en la cafetería. Trata de informarte antes, dado que en algunos coles no está permitido el pago con efectivo, y puede que debas hacerte una tarjeta en la que podrás ingresar dinero y que te facilitará así el pago de tus comidas. No has de cargar la mochila, puesto que los libros se quedarán en tu taquilla, pero sí conviene tener en el teléfono una app con un diccionario inglés-español, bolígrafos, una libreta/agenda y tu ropa de deporte, que podrás igualmente dejar en la taquilla.
Prepara tu ropa teniendo en cuenta el código de vestimenta del colegio. Puede que tu concepto de “ir a la moda” allí sea una falta de respeto (shorts demasiado cortos, camisetas de tirantes o monos cortos), más vale no llamar la atención y evitar que el primer día te manden a casa a cambiarte…
Acuéstate pronto ya que, por los nervios, puede que te cueste conciliar el sueño, si bien eso no impedirá que tu despertador empiece a sonar a las 6.30 de la mañana, pues en cualquier high school en USA, el colegio comienza sobre las 7.30. Seguramente tu host family te habrá explicado cómo llegar al cole, si bien puedes coger el bus amarillo que tanto hemos visto conducir a “Otto” o puede que, por distancias, sea tu propia host family quien te lleve al colegio.
Al llegar, todo te resultará muy familiar y notarás rápidamente todas las peculiaridades de un high school en USA: la cantidad de gente por los pasillos, chaquetas de fútbol, animadoras, una hilera de taquillas a ambos lados de los largos pasillos y una infinidad de aulas… No entres en pánico, seguramente nada más cruzar el pasillo empezarás a recibir saludos, eres “el nuevo” y eso suele notarse. Si no tienes ya tu horario, dirígete hacia la secretaría o al despacho de tu counsellor para solicitarlo.
Busca tu aula (homeroom). Pregunta tantas veces como sea necesario, verás la disposición de la gente para ayudarte a localizar tu aula y no te preocupes por llegar tarde, es el primer día y es algo normal. Te recomendamos que te presentes como un exchange student, de esta manera, ya te pondrán cara los profesores y tus futuros compañeros, aunque es posible que cambies de compañeros conforme vaya pasando la jornada, cada vez que cambies de aula para la siguiente asignatura. Charla con tus compañeros, cuéntales de dónde vienes, pregúntales cómo han pasado el verano o haz algún comentario sobre deportes o gustos musicales, esto te ayudará a entablar una conversación, comenzar a hacer amigos y quizá a almorzar con ellos. También te ayudarán a apuntarte a los diferentes deportes o clases extraescolares.
Desde The Lemon Tree Education os asesoramos y orientamos para la elección de asignaturas antes de vuestra llegada a EE.UU. y también una vez en destino, por lo que no debéis preocuparos por ello. Veréis un cantidad de asignaturas que ni imaginabais y seguramente querréis apuntaros a todas, pero hay que ser prudentes, no se trata de cargaros hasta el punto de agobiaros o no llegar a superarlas.
Puede que tu llegada a EE.UU. haya sido con tiempo suficiente para visitar el high school e informarte sobre los diferentes deportes que ofrecen y si existen pruebas o try-outs para acceder a los equipos. En caso de que no hayas tenido tiempo para esto, no te preocupes, desde el comienzo puedes ir preguntando a tu counsellor o a tus compañeros. Acércate a hablar con el coach del deporte que te guste y muestra tu interés por el mismo. Quizá te haga una prueba ese mismo día y, si ven iniciativa, no dudará en darte una oportunidad. No obstante, esto dependerá también de cuándo empieza/finaliza la temporada y si es más recomendable que te apuntes al inicio de temporada de otro deporte. No te desanimes, hay suficientes actividades y deportes y puede que aquí te consideres malísimo y allí te feliciten a cada instante, sobre todo en soccer, masculino y femenino.
Es muy importante que hagas deporte, te ayudará a conocer a gente, hacer amigos, crear una unión y lealtad con los compañeros y con tu coach, te mantendrá sano y activo… Y, además, te motivará a estudiar, puesto que si no hay buenas notas, no hay partido.
Uno de los temas que más suelen preocuparos antes de partir y que os tienen en vilo es el tema del internet y de cómo comunicaros, tanto con la gente de allí, como con vuestra familia y amigos aquí. Este aspecto depende muchísimo de dónde viváis. Hay una gran diversidad de planes y compañías telefónicas, así como tarifas y descuentos por grupos, cantidades contratadas, etc. La mayoría de las familias disponen de un plan familiar con la compañía que mejor funcione en su ciudad/pueblo y puede que lo más fácil sea agregarte a este plan, adquirir una SIM con un número americano y que le abones directamente a ellos esa parte proporcional de la tarifa conjunta. Es muy probable también que la organización te facilite una tarjeta con un número de EE.UU. Háblalo con la familia en confianza y valora las diferentes opciones que te muestren. A veces, incluso, te pueden prestar un teléfono para el curso o te acompañarán al centro comercial más cercano para adquirir uno.
En EE.UU. es prácticamente imprescindible disponer de un vehículo para ir de un sitio a otro, ya que las distancias son largas y se tarda bastante, por lo que no debes avergonzarte de pedir a tu host family si te pueden acercar al centro comercial, a las actividades extraescolares, a un partido o que te recojan del colegio. Si están disponibles, te acercarán sin problema porque están acostumbrados a llevar y traer a sus hijos (hasta los 16 años, normalmente), puesto que es poco común que haya un buen sistema de transporte público. Si no lo están, no pongas mala cara, da las gracias y pregúntales cuándo les vendría bien; juntos podréis buscar una alternativa.
No queremos extendernos mucho más dado que, aunque hay incontables situaciones posibles, se trata solo de daros unos consejos breves para el comienzo de vuestro programa. Recordad, una vez más, lo importante que es tener una gran capacidad de adaptación: en un high school en USA las cosas no son ni mejor ni peores que España, son distintas. Paciencia, adaptación y comunicación son las tres claves que os ayudarán siempre.
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