La integración de un estudiante con una familia anfitriona, en un colegio con compañeros del país y practicando deportes y actividades con otros alumnos, proporciona una experiencia de desarrollo personal inigualable. ¿Tendrás que adaptarte? Sí, dado que tu capacidad de adaptación será clave para el éxito del programa. Una de las partes más positivas de este programa es que tendrás la oportunidad de conocer aspectos culturales propios de tu familia y del país de destino, aprenderás más sobre su sociedad, maneras de vivir y sobre su sistema educativo.
El principal objetivo de los programas académicos es que los estudiantes internacionales vivan en un entorno irlandés, exactamente igual que lo haría cualquier adolescente del país. Sin duda es la manera de que se puedan desarrollar las destrezas relacionadas con la comunicación en lengua inglesa: comprensión y expresión, tanto oral como en lectura.
Una de las destrezas principales que los alumnos internacionales necesitarán desarrollar será su capacidad de valerse por sí mismos y, en definitiva, madurar. Los estudiantes y las familias españolas deben ser conscientes de que éste es un programa académico, por lo que carece de un componente grande de turismo o de ocio. Por tanto, todas las excursiones/salidas que los estudiantes hagan serán con sus familias o para sus proyectos del colegio irlandés.
Todos los colegios en Irlanda siguen un plan de estudios establecido por el Departamento de educación irlandés. Su sistema de enseñanza secundaria consta de dos ciclos: Ciclo Junior y Ciclo Senior. El Ciclo Junior (1º, 2º y 3º) va desde los 12-13 años hasta los 14-15, que equivalen a los tres primeros cursos de la ESO en España. Este ciclo termina con el examen oficial Junior Certificate (los alumnos internacionales no están obligados a presentarse a este examen oficial para convalidar sus estudios en España). El Ciclo Senior va desde los 15-16 años hasta los 17-18, equivalentes a 4º ESO en España y los dos años de Bachillerato. El primer curso de este ciclo se llama Transition Year, equivale a 4º ESO y es un año con poca carga académica y eminentemente práctico. 5º y 6º constituyen una preparación para el examen de final de ciclo llamado Leaving Certificate.
Los alumnos en Irlanda pueden asistir a clase en un colegio mixto o sólo para chicos/chicas, dado que los colegios separados por sexos son más habituales que en España. Normalmente llevan uniforme escolar, que se entrega una vez el estudiante ha llegado a Irlanda (incluido en el precio). Tras las clases, los colegios ofrecen algunas actividades extraescolares y deportivas, que son muy recomendables para integrarse con los alumnos irlandeses e internacionales, hacer amigos con aficiones comunes y mejorar en la práctica social del idioma. Estas actividades pueden ser deportivas o no.
Las familias son elegidas con sumo cuidado por un coordinador local para tratar de unir alumnos con familias para que ambos puedan tener una experiencia enriquecedora y satisfactoria. Existe un deseo común en la mayoría de familias irlandesas de acoger y conocer a un alumno internacional para aprender parte de su cultura y compartir la propia cultura irlandesa. Sin embargo, no hay una familia de acogida típica, por lo que los alumnos deben tener una gran capacidad de adaptación. Cada familia anfitriona sólo acoge a un alumno internacional con el fin de que pueda experimentar una vida típicamente irlandesa. La familia de acogida proporciona al alumno su propia habitación individual con una zona de estudio; desayuno, comida y cena a diario y, los días de colegio, un packed lunch, que el alumno tomará en el colegio.
Con una población de más de cuatro millones y medio de habitantes Irlanda es un destino ideal para muchos alumnos que desean mejorar su nivel de inglés mediante la inmersión en programas académicos en ambientes tranquilos, rurales y seguros. La cercanía del país a España así como la buena relación calidad-precio de sus programas académicos hacen de este país un destino muy popular entre las familias españolas. Un 86,6% de la población irlandesa es católica, según cifras oficiales, si bien se ha producido un gran descenso en la asistencia a servicios religiosos.
Gracias a los programas académicos, los estudiantes internacionales tienen la oportunidad de integrarse en un entorno escolar francés junto con estudiantes nativos. Este programa está pensado para estudiantes de entre 13 y 17 años.
Las clases, las actividades extraescolares y la familia son los pilares esenciales, donde cada estudiante basará su comienzo e irá construyendo poco a poco su propia experiencia. La clave del éxito es que el estudiante abra su mente y comience a prepararse para su experiencia internacional. El objetivo fundamental es la participación en todas las clases y lograr así la integración y el desarrollo de las habilidades lingüísticas.
La educación en Francia es obligatoria entre los 6 y los 16 años y está dividida en varias etapas: Elementaire, de los 6 a los 11 años, Collège, de los 11 hasta los 15 años y Lycée, de los 15 a los 18 años. Esta última etapa es voluntaria.
La educación pública francesa se caracteriza por ser laica y neutra, no adoctrina a los alumnos en ninguna opinión política o filosófica. Además se espera que tanto profesores como alumnos sean neutros en su apariencia y comportamiento, que no hagan manifestación ostentosa de pertenencia a ningún grupo religioso. Además, la educación en Francia está altamente centralizada y muy estructurada.
Las familias reciben a los estudiantes de forma voluntaria y les caracterizan su entusiasmo y motivación por recibirlos de la manera más cálida y cercana posible. Se elige a las familias de modo que se pueda unir a alumnos con familias en función de intereses comunes, para que ambos puedan tener una experiencia enriquecedora y satisfactoria. No obstante, no hay una familia de acogida típica, por lo que los alumnos deben tener una gran capacidad de adaptación.
La multiculturalidad que caracteriza al país se refleja también en los orígenes diversos de las mismas. La localización geográfica de la familia puede ser también diversa, por lo que el estudiante podrá experimentar la vida en una gran ciudad, una ciudad pequeña o incluso una zona rural. En cualquier caso, lo que caracteriza a todas las familias es su deseo de acoger al estudiante como un miembro más y conocer al alumno internacional para aprender parte de su cultura y compartir la propia cultura francesa.
Francia es el país más grande de Europa en extensión, el primer destino turístico del mundo y la quinta potencia económica mundial.
Su lengua, el francés, es uno de los diez idiomas más hablados del mundo y es lengua oficial en 29 países. Es un país multicultural que refleja a la perfección la idea de globalidad. Todos estos aspectos, junto con la cercanía y el fácil acceso por carretera o avión, hacen que Francia sea un destino ideal donde vivir una experiencia educativa internacional.
Los programas académicos y de integración ofrecen la oportunidad de poner en práctica las destrezas lingüisticas de los estudiantes en un ambiente completamente alemán. Son programas con un alto grado de desarrollo personal, debido al gran número de situaciones donde los estudiantes tendrán que valerse por sí mismos en el día a día, pedir ayuda a las personas que están disponibles para ellos, etc. Las clases, las actividades extraescolares y la familia son los pilares esenciales de la estancia y son la base de la experiencia personal de cada estudiante.
Este programa está disponible para alumnos desde los 15 hasta los 18 años de edad, dado que el alumno internacional debe tener cierta autonomía y contar con una edad mínima de 15 años. La madurez, capacidad de adaptación y autonomía de los alumnos internacionales son piezas fundamentales para el éxito de esta experiencia.
Una vez seleccionada la familia, al alumno se le asigna un colegio público (los alumnos españoles asisten a clase en un Gymnasium público y en algunas ocasiones en un Realschule) cercano a la familia anfitriona. Cuando el colegio no está a una distancia que haga posible que el alumno pueda caminar hasta el mismo, estos se desplazan en autobús, tranvía o bicicleta. A la hora de considerar la solicitud de inscripción de un alumno internacional en un colegio público alemán, éste ha de cumplir con un requisito mínimo de nivel de idioma de un A2. En caso de tener un nivel inferior, el alumno puede realizar un curso de idioma previo en Alemania o durante las primeras semanas de su estancia en el país, antes de incorporarse al colegio.
Existen coordinadores locales por toda Alemania que buscan una familia anfitriona para el alumno. El alumno cuenta con dicha figura del coordinador local (que vive, habitualmente, a no más de 1,5 horas), como apoyo en todo momento. Las familias son voluntarias y están ubicadas en distintas zonas del país, tanto en ciudades como en zonas rurales. Las familias anfitrionas son de clase media y pertenecen a todos los ámbitos sociales de la vida: desde familias tradicionales con hijos residiendo en el hogar familiar hasta matrimonios mayores cuyos hijos ya no viven en casa, padres sin niños… En aquellas familias que tengan hijos, es habitual que los alumnos internacionales compartan habitación con los hijos que sean del mismo sexo.
Alemania es el tercer destino más popular entre los alumnos universitarios internacionales, sobre todo, por la alta calidad de su enseñanza y el prestigio de sus títulos universitarios en todo el mundo. Eso también hace que muchos alumnos deseen preparar el idioma alemán durante los cursos escolares de secundaria para adquirir un nivel que les permita acceder posteriormente a unos estudios superiores en este país, así como para abrir las puertas de un mercado dominante en Europa y muy bien posicionado en el resto del mundo.
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