No se puede descubrir nuevos océanos a menos que se tenga el coraje de perder de vista la costa.
André Gide
Si este no es el primer artículo que lees en este blog, verás que nos encanta hablar de lo maravilloso que es viajar, lo muchísimo que se aprende, las miles de formas de viajar y de descubrir el mundo que existen. Viajes sostenibles, viajes conscientes viajes de propósito. Sin duda, en este blog para viajeros o gente que se muda al extranjero encontrarás un sinfín de tips, consejos, experiencias e ideas para vivir al máximo tu próxima aventura viajera.
Sin embargo, no todo es de color de rosa. Ya hablamos en varios artículo del miedo a la soledad, del miedo a dar el primer paso, de la añoranza cuando un ser querido (como un hijo) se marcha al extranjero, lo que se conoce como “el síndrome de nido vacío”. Hoy podemos hablar de qué hacer con la cantidad de tiempo que tenemos cuando estamos en el extranjero y cómo hacer un mejor uso de él.
Cuando viajamos o nos marchamos a vivir a otro lugar, la falta de lazos familiares, tus rutinas de toda la vida y el tener muchos menos amigos que en tu tierra, nos hace tener mucho más tiempo libre o, mejor dicho, mucho más tiempo muerto con el que no sabemos qué hacer. Empieza el aburrimiento, darle demasiadas vueltas a la cabeza, que puede traer malas emociones como tristeza o excesiva nostalgia.
Aprovechar el tiempo libre en el extranjero es más que una gestión eficiente de horas: es la oportunidad de forjar conexiones auténticas, explorar pasiones y desarrollar una relación más profunda con uno mismo. En este viaje, la nostalgia se transforma en una fuerza motriz que impulsa nuestras experiencias, recordándonos la importancia de nuestro hogar y las lecciones que llevamos con nosotros.
De los que hemos viajado mucho, cambiado de casa y de país varias veces y sentido todos estas sensaciones, he aquí una lista de ideas y consejos que pueden ayudarte a aprovecha mejor este tiempo. Créeme, esta época de tu vida con más tiempo para ti puede pasar del aburrimiento o tiempo muerto a una oportunidad increíble de aprender y descubrir muchas cosas, ¡que te servirán -y mucho- en tu futuro!
No sabes cuándo volverás a estar donde estás, quizás nunca más. Aprovecha esta oportunidad para descubrir de verdad el lugar donde estás, sus paisajes, y, sobre todo, la cultura. Cuanto más aprendes de una persona o de un lugar, más fácil es evitar los prejuicios y comprender de verdad la esencia de las cosas. Te animo a que salgas a pasear, sin prisa, por las calles y caminos que tengas cerca, que te dejes sorprender e ilusionarte por las cosas nuevas y distintas que encuentres… y que conozcas gente nueva y local; en mi opinión, es una de las cosas más enriquecedoras del mundo.
En unas de mis épocas viviendo solo en Latinoamérica y teniendo todo el tiempo del mundo, descubrí el yoga. Y no, después de muchos años no soy un experto en yoga, pero sí encuentro mucha paz y mucha tranquilidad cuando lo hago, normalmente a primeras horas del día para empezar con energía. Hay gente a quien le funciona darse una pequeña carrera matutina, también como forma de seguir conociendo la zona. También existe la meditación, hacer calistenia en un parque… o tener una simple rutina de ejercicios que puedas hacer al aire libre y te mantengan en forma. ¡No olvides que el deporte es una fuente de dopamina y de muchas hormonas de la felicidad!
Dedicarte tiempo conscientemente es algo que a la larga (bueno, y desde el corto plazo) tendrá unos muy buenos resultados en tu bienestar. Tiempo para pensar, para dibujar, leer, hacer macramé… existen muchas alternativas y que te permitirán liberarte de perder tiempo haciendo scroll en redes sociales.
Aprovecha el tiempo a solas para descubrir tu ritmo y tus preferencias. ¿Eres más productivo por la mañana o por la noche? ¿Disfrutas de la tranquilidad de un café o prefieres la energía de un mercado local? Conocerte a ti mismo en un entorno nuevo es una parte emocionante de la aventura.
Escribir, aunque es parte del autocuidado, merece su espacio particular. Dedicarle un tiempo al día, o un par de veces a la semana, lo que mejor te funcione, ayuda a canalizar mejor las ideas y organizar los pensamientos. No tienes que escribir nada maravilloso, ni poemas o trozos de libros. Ni siquiera cosas superinteresantes. Deja a tu mente relajarse y soltar en un par de páginas aquello que tiene dentro, esto te ayudará a saber digerir mejor eso que tienes en la cabeza.
Además, cada cierto tiempo, es incluso gracioso leerse varias páginas para ver los procesos en los que has estado inmerso y ser consciente de cómo los has ido superando o, al menos, cómo has trabajado en ellos.
En la travesía por tierras extranjeras, la soledad se presenta como un compañero de viaje inevitable. Sin embargo, en lugar de percibirla como un obstáculo, considerémosla como una puerta abierta hacia el autodescubrimiento y el crecimiento personal.
Cada día en un lugar desconocido es una página en blanco, lista para ser escrita con las aventuras que decidamos emprender. Desde la soledad nace la valentía y, de la valentía, una historia inolvidable. Así que, abracemos la oportunidad de vivir plenamente, de descubrirnos en cada callejón y de convertir la añoranza en un lazo que nos conecta con el mundo de una manera única.
Al final, el tiempo en el extranjero no solo se mide en días y meses, sino en los momentos que creamos, las amistades que cultivamos y la versión más auténtica de nosotros mismos que dejamos que florezca. Que cada suspiro de añoranza sea un recordatorio de la profundidad de nuestras experiencias y la riqueza que reside en la soledad de la travesía. ¡Adelante, viajero, tu historia aún está por escribirse!
Apasionado por viajar, las culturas y las personas, Sergio es un ingeniero con experiencia en proyectos de cooperación internacional y de impacto social en comunidades por África y América Latina. Trabaja como coordinador de un proyecto de educación en África, ha fundado una ONG que trabaja con jóvenes activistas y ha montado una startup de movilidad sostenible.