¡Hola! ¿Te has preguntado alguna vez por qué a veces tienes la mente llena y no puedes concentrarte en lo que estás haciendo o aprendiendo?
Pues bien, esto tiene mucho que ver con los conceptos «mindful» y «mind full». Cuando estamos «mind full», nuestra mente está tan llena de pensamientos, preocupaciones y distracciones que no podemos concentrarnos en lo que está sucediendo en el momento presente. En cambio, cuando estamos «mindful», nuestra mente está enfocada en el aquí y ahora, lo que nos permite absorber todo lo que nos rodea y aprender de forma más efectiva.
Estar «mindful» es vivir en el momento presente y prestar atención a lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Significa ser consciente de nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, simplemente observándolos y aceptándolos tal y como son. Cuando estamos «mindful», somos capaces de apreciar el momento y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. También podemos tomar mejores decisiones y tener una mejor comprensión de nuestras necesidades y deseos.
Por otro lado, estar «mind full» significa tener la mente llena de preocupaciones y pensamientos negativos. Cuando estamos «mind full», estamos preocupados por cosas que aún no han sucedido o por cosas que no podemos controlar. Esto nos lleva a sentir estrés, ansiedad y otras emociones negativas que pueden afectar nuestra salud mental y emocional.
Para poder estar «mindful» en nuestra vida diaria, es importante aprender a tener un diálogo interno positivo, es decir, hablar contigo mismo de la misma forma en que hablarías con un amigo muy querido. Si te tratas con amabilidad y compasión, te sentirás más positivo y capaz de enfrentar los desafíos de la vida.
¿Cómo podemos entrenar nuestra mente para estar «mindful»? Sí, has leído bien, ENTRENAR. Pues bien, una forma de hacerlo es a través de la práctica de la meditación.
La meditación nos ayuda a calmar nuestra mente y a centrarnos en el ahora. No necesitas ser un experto en meditación para comenzar, simplemente dedica unos minutos cada día a sentarte en un lugar tranquilo y concentrarte en tu respiración. ¡Al principio la mente te irá a mil, pero poco a poco verás cómo se va despejando y cómo se calman los pensamientos al ritmo de la respiración!
Estas actividades nos ayudan a conectar con nuestro cuerpo y a ser conscientes de nuestras sensaciones físicas. También podemos practicar el «mindfulness» en nuestras actividades diarias. Por ejemplo, cuando estés lavando los platos, en lugar de preocuparte por las cosas que tienes que hacer después, concéntrate en el agua que fluye sobre tus manos y en la sensación del jabón en tus dedos, o si te gusta dibujar, concéntrate en el trazo y en el color. ¡Podríamos darte mil ejemplos! Todo esto te ayudará a estar presente en el momento y a disfrutar de la tarea que estás realizando.
Si estás pensando en ir al extranjero para vivir una experiencia enriquecedora o si ya estás en plena aventura, es importante que seas «mindful» durante todo el proceso. Desde la planificación del viaje hasta la inmersión en una nueva cultura y la adquisición de nuevos conocimientos, es fundamental que estés presente en cada momento y que disfrutes de cada experiencia de forma consciente. Así, podrás sacarle el máximo partido a tu viaje y volver a casa con una gran cantidad de conocimientos y experiencias enriquecedoras. Cuando estamos «mindful», somos más conscientes de nuestros pensamientos y emociones, lo que nos permite tomar mejores decisiones y tener una mejor comprensión de nuestras necesidades y deseos. Recuerda, ¡tú puedes ser «mindful» y vivir una vida más feliz y saludable!
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