De vuelta a las rutinas después de un parón para descansar en Semana Santa. ¿Cómo te ha sentado? ¿Qué necesitas ahora?
Hemos escrito en varias ocasiones sobre la educación y algunas de las escuelas “alternativas” más famosas que existen en este mundo. Si te interesa, échale un vistazo a estos artículos «Escuelas y desarrollo personal» y «Escuela y sostenibilidad«.
Me gustaría hacerte varias preguntas y te invito a darte un tiempo para reflexionar sobre ellas:
El paradigma educativo actual sostiene la idea de que el único fin de la educación es educar a los individuos dentro de su sociedad particular, prepararlos y capacitarlos para el trabajo en una economía que integre a las personas a la realidad cultural nacional y les transmita los valores y la moral de esa sociedad.
Carol Sanford comparte: “El papel de la educación es el medio para socializar a los individuos y para que la sociedad funcione sin problemas y permanezca estable”. En otras palabras, formar personas que se conformen a la clase dirigente de sus respectivas sociedades.
Esta teoría ha dominado la cultura moderna y ha definido las reglas sociales de las naciones durante los últimos 200 años o más.
Existen nuevas teorías con otras perspectivas sobre la educación, desde un punto regenerativo. Ya hemos hablado anteriormente sobre la regeneración (aquí).
Las nuevas teoría la definen así: “Una educación que sirva a las personas y al planeta a medida que avanzamos hacia una nueva realidad ambiental, con los cambios sociales que la acompañan, la transformación económica y la comprensión de quienes somos como especie e individuo.”
Daniel Wahl la describe con otras palabras «La educación para culturas regenerativas se trata del proceso de toda la vida, de permitir y desarrollar la capacidad de todos para expresar su potencial único para servir a su comunidad y al planeta y, en el proceso, servirse a sí mismos».
El compromiso con la realización del potencial evolutivo de la vida
Con base en este nuevo pensamiento, podemos decir que la educación regenerativa tiene como objetivo:
Para hacer realidad este nuevo paradigma educativo, tenemos que aceptar que la “Cultura” no puede ser vista como “un monocultivo”, brotado de la misma semilla, en condiciones similares y dando los mismos resultados en todas partes.
Carol Sanford proporciona 5 principios para la educación regenerativa:
1 – El trabajo regenerativo debe ser el trabajo integrado de educadores y sistemas, brindando la capacidad requerida para hacer nada menos que transformar sociedades enteras y hacer evolucionar todos los sistemas dentro de ellas.
2 – El sistema educativo debe diseñar y desarrollar una infraestructura que posibilite un nuevo rumbo y aporte autoiniciado, dentro del proceso de agregación de valor del contexto de aprendizaje. Debe ser totalmente autodirigido para despertar y nutrir la esencia de cada individuo.
3 – Los alumnos llegan a ver un potencial en sí mismos, único, que no habían visto antes. Los educadores deben poder apoyarlos, ser un recurso en el camino del alumno para perseguir y lograrlo. Y para ayudar a diseñar y entregar lo que el alumno ahora ha especificado que necesita aprender. Los educadores se convierten en grandes diseñadores experienciales para los estudiantes.
4 – Hemos aprendido en los últimos 50 años cuán interconectados estamos como humanos, pero también como ciudadanos globales que tienen un efecto en el lugar que llamamos hogar. También necesitamos aprender a ver el efecto que tenemos en las sociedades en las que vivimos y cómo podemos hacer que funcionen de manera más justa para todos.
5 – Los aprendices son los maestros de sí mismos — Su desarrollo está guiado por la idea de que prueban todo con su propia experiencia reflexiva en lugar de aceptar las ideas de los demás. Valoran la ciencia, el arte, la gran escritura y el pensamiento, pero no como ideas recibidas, sino como ideas para experimentar y reflexionar, y desde esa posición incorporarlas a su vida, o no.
¿Qué te parece? ¿Cómo quieres entonces tú relacionarte con la educación?
¡Bienvenidos a la educación regenerativa!
Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.