Actualmente, en una sociedad que busca la sostenibilidad y el cuidado al medio ambiente, el consumismo de ropa y el resto de productos supone una gran barrera que frena los intentos que hacemos para conservar y cuidar los recursos de nuestro planeta.
Hoy en día es algo bastante común tener en nuestros teléfonos móviles aplicaciones de tiendas o empresas que venden toda variedad de productos, como pueden ser, por ejemplo, las de ropa. Muchas veces, el fácil y rápido acceso a ellas, puede incitar a que, sin ni siquiera tener la idea de comprar algo concreto, nos metamos en sus catálogos a modo de entretenimiento e inconscientemente aparezca la necesidad de adquirir algo de lo que ofrecen. Este hecho se ha normalizado y forma parte de nuestro día a día hasta el punto de realizar la compra de comida semanal/mensual a través de plataformas online para que nos la traigan a casa.
Ya que el consumo casi diario existe y, tal y como se están desarrollando las cosas, va a continuar existiendo, podemos intentar hacerlo de manera sostenible, es decir, buscando el equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y el cuidado al medio ambiente.
Si bien es cierto que hay un constante crecimiento de opciones ecológicas y orgánicas, también hay formas de consumo en las que podemos contribuir a crear un impacto que beneficie a nuestro planeta, siendo una de ellas la compraventa de ropa de segunda mano. De esta manera, por una parte, podemos reciclar, dándole una segunda vida a nuestra ropa y, por otra, reutilizar, comprando ropa que ha sido de otra persona y ya no le va a dar más uso o que ni siquiera se lo ha dado.
A todos nos ha pasado en algún momento, que hemos comprado algo que nos gustaba y su destino ha sido terminar en el fondo de nuestro armario sin uso alguno. Por ello, podemos buscar la manera de darle una segunda vida a esa ropa, evitando que termine en un contenedor y evitando crear un impacto ambiental negativo; a través del reciclaje de ropa, es decir, vendiéndola, comprándola o regalándola/donándola. De esta manera estaremos alargando la vida de ese producto a la vez que reducimos el uso de recursos y, por tanto, de la contaminación; evitamos que se vuelva a llevar a cabo todo un proceso de producción.
Actualmente hay muchas facilidades para poder llevar a cabo un consumo responsable y, una de ellas, es mediante nuestro teléfono móvil. Existen aplicaciones que nos dan la oportunidad de vender y comprar ropa de segunda mano de una manera sencilla y cómoda; tan solo tenemos que meternos en ellas y escribir lo que estamos buscando o colgar una foto de aquello que queremos vender. De esta manera, nos pondremos en contacto con la persona interesada y podemos llevar a acabo el intercambio.
Gracias al desarrollo de la tecnología hay un número amplio de opciones, tanto en internet como en tiendas físicas, para obtener ropa o productos de segunda mano. Estas cuentan con una gran variedad de artículos y muchas te dan la opción de poder devolverlo. También hay aplicaciones que te dan la posibilidad de poder seleccionar el tipo de prenda, material o color deseado para facilitar esta búsqueda.
Además, todo esto tiene una serie de beneficios a distintos niveles, ya que no se limitan únicamente a la contribución que hacemos con el medio ambiente.
El “upcycling” es un término que apareció por primera vez en 1994 y consiste en una técnica que implica dar, a aquellas cosas de las que pensábamos deshacernos, un nuevo uso, una nueva vida. Por ejemplo, puede llevarse a cabo convirtiendo un pañuelo que no usamos en un top o modificando la estética de alguna camiseta que ya no nos gusta. Además, esto es aplicable a cualquier tipo de producto y no solo supone una contribución al cuidado del medio ambiente, sino que potencia el uso de nuestra imaginación y creatividad, pudiendo encontrar en internet muchas ideas que nos sirvan de inspiración.
Llevar esto a la práctica de manera consciente puede ayudarnos a combatir el deseo por consumir que nos generan las grandes empresas aunque no tengamos una necesidad concreta de compra (si te interesa más este tema puedes echarle un vistazo a este artículo). A pesar de que la posibilidad de que la mayoría de gente comience a adquirir ropa de segunda mano es complicada, un primer paso es sensibilizarnos acerca de las implicaciones de nuestro consumo tanto a nivel local como nacional.
Cuidemos el mundo cuidando nuestros hábitos de consumo y comprando de forma responsable.
Alba es psicóloga sanitaria y ha realizado un máster de migraciones internacionales, salud y bienestar, además de proyectos de cooperación en Senegal, con menores en riesgo de exclusión social así como talleres con refugiados e hijos víctimas de violencia de género. Trabaja como psicóloga en una ONG con niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad dando un servicio de atención terapéutica y realizando actuaciones de sensibilización y asesoramiento para la prevención de la violencia y la promoción de la salud mental. Su misión es conseguir el bienestar de la persona, la promoción de una sociedad inclusiva e intercultural y el desarrollo integral de las personas más vulnerables.