Como ya hemos hablado en algunos artículos, tomar consciencia de tu impacto es el primer paso para vivir más consciente, responsable y sostenible. ¡¿A qué nos referimos con impacto?! ¡Échale un vistazo a este vídeo!
Es por ello que en este artículo vamos a tomar conciencia de unos de los retos sociales y medioambientales más presentes: el plástico.
Pero no solo veremos algunos datos interesantes y bien documentados, porque la concienciación es solo la mitad de lo que quieres decir estar bien informados hoy en día. La otra mitad es adquirir competencias, prácticas, habilidades de analizar y la profundidad filosófica para rediseñar nuestra presencia humana en el mundo.
En estos artículos puedes encontrar algunos ejemplos prácticos para tener una relación de calidad con el planeta: «consumo responsable» o «nuestro impacto en el mundo«.
Seguramente hayas escuchado o leído sobre como la difícil degradación de este material plantea desafíos ecológicos en todo el planeta. Aunque su impacto medioambiental ha obligado a todos los países a buscar alternativas para aumentar el reciclaje y reducir los residuos, parece que todavía falta mucho para poder prescindir de él completamente. Estos datos permiten hacerse una idea del enorme problema que suponen estos residuos a nivel ambiental.
¿Qué te parecen estos datos? ¿Preocupantes, verdad?
“El plástico es una clase de polímeros muy estables químicamente, y como son un invento reciente, de los años 1950, no hay formas naturales de degradación que lo eliminen del sistema”
Ricard Solé, físico-biólogo e investigador
Estas son algunas de las soluciones innovadoras hasta el momento:
La gran esperanza en este contexto es lograr bacterias que sean capaces de desintegrar esos polímeros.
En el laboratorio que dirige este físico-biólogo, el ICREA, han calculado matemáticamente que un microorganismo lo bastante eficiente podría poner el plástico –incluso el que se acumula en los océanos– bajo control.
“Hay quien ha sugerido que no deberíamos degradar el plástico, sino mineralizarlo: hacerlo mucho más estable y que adoptara propiedades de minerales, estables durante miles de años”
Ricard Solé, físico-biólogo e investigador
Otras ramas de la ciencia buscan soluciones basadas en la transformación del plástico que permitan darle una nueva vida útil.
Se prohibirán para el año 2021 las pajitas, cubiertos, platos, bastoncillos de los oídos, etcétera de un solo uso, además de plásticos oxodegradables, y utensilios de poliestireno expandido (el típico corcho blanco que protege algunos productos). Además, obliga a las marcas productoras a pagar por la gestión de residuos y las limpiezas de varios artículos de plástico de un solo uso, como las colillas de cigarrillos y artes de pesca.
No solo el detergente de la ropa se vende a granel, existen prácticamente todo tipo de limpiadores del hogar en tiendas especializadas. En cualquier caso, para mantener la casa limpia no hacen falta grandes cantidades de desinfectantes. Una buena mezcla de bicarbonato y limón o vinagre permite limpiar suelos, azulejos y superficies grasas.
Las bolsas de un solo uso o las cubetas de plástico son los productos más extendidos para hacer cubitos de hielo caseros. Sin embargo, existen alternativas ecológicas como las bandejas de metal, o las de silicona que son incluso más resistentes. También existen cubitos de metal rellenos de líquido que, tras pasar por el congelador, permiten enfriar la bebida sin aguarla.
Las servilletas desechables o el papel de cocina son productos que se venden envasados en plástico. Además, al ser de un solo uso, se consume con mucha facilidad generando un residuo fácilmente evitable. La alternativa sostenible son las servilletas de tela o los trapos de toalla para secar superficies húmedas en la cocina. Se reduce el consumo de productos desechables en general y de plástico en particular.
Una persona utiliza de media unos 300 cepillos de dientes de plástico a lo largo de su vida. Y cada uno de ellos puede tardar más de 75 años en degradarse. Una buena alternativa son los cepillos de bambú, fabricados con una planta de rápido crecimiento y que son biodegradables. Se pueden encontrar en el mercado cepillos de bambú con cerdas de nylon proveniente de aceite de ricino, lo que les convierte en 100% renovables. !Yo ya tengo el mio!
En realidad no es necesario utilizar bolsas para recoger los residuos orgánicos. Basta con utilizar un recipiente cerrado y tirarlo en el contenedor cada día. Esta es la opción más sostenible para evitar el uso de bolsas de la basura. Sin embargo también existe una alternativa y quizá, para muchos, más realista: las bolsas de la basura biodegradables. Eso sí, se debe tener en cuenta que no es oro todo lo que reluce.
¿A qué esperas tú para unirte el movimiento y luchar contra los mares de plástico?
Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.