Son muchos los beneficios de estudiar en el extranjero. Es una experiencia que te permitirá madurar y crecer como persona en muy poco tiempo.
Al principio puedes pensar que lo único que te permitirá tu estancia fuera de tu país de origen es aprender o perfeccionar un idioma, pero no se queda en eso.
La simple decisión de coger un avión para estudiar en el extranjero y pasar una larga temporada fuera de casa ayuda muchísimo a abrir la mente porque vas a estar continuamente en un escenario que nada tiene que ver con lo que conocías hasta ahora.
Este tipo de vivencias te permite adaptarte a nuevos horarios, formas de cocinar e incluso a nuevo sistema educativo.
Por ejemplo, en países como Reino Unido, Canadá y Estados Unidos los horarios de las comidas no tienen nada que ver con lo que estamos aquí acostumbrados.
Para nosotros la comida más contundente del día es lo que llamamos almuerzo y lo comemos al mediodía. Sin embargo, en los países de habla inglesa el momento del día que más alimentos ingieren es la cena.
Esto es un gran cambio que te permitirá abrir la mente y adaptarte a la forma de vivir de otro país.
Quizá este es el motivo principal por el que decides embarcarte en esta aventura de estudiar en el extranjero. Cuando estás recién llegado puede que te cueste un poco y aún más si es tu primera vez fuera.
El acento de las personas nativas es distinto al que aprendemos aquí en España en el colegio o en las academias de personas españolas. Al tener que interactuar en todo momento en otro idioma mejorarás tu acento, tu fluidez y aprenderás nuevo vocabulario coloquial más fácil de utilizar.
Poco a poco se te irá haciendo el oído porque, desde que te levantas hasta que te acuestas, estás escuchando otro idioma diferente a tu lengua materna.
Por otro lado, al estar solo y tener que hablar sí o sí en el otro idioma perderás la vergüenza de hablar en público, porque si no te comunicas, no podrás conseguir nada.
Una estancia en el extranjero mejora en gran medida tu currículum porque dice mucho de ti. Hoy en día en muchos trabajos te piden contar con un nivel de inglés, francés o alemán más bien alto para poder ocupar un puesto en una empresa.
Además al haber estado fuera el empleador asume que eres una persona que está acostumbrada a trabajar y a convivir con personas de otras culturas y que te sabes desenvolver bien en un idioma que no es el tuyo. Así puedes marcar la diferencia y dejar ver que eres una persona proactiva.
Quién sabe, quizá después de esta experiencia decides que en un futuro te gustaría trabajar fuera de España.
Salir fuera de casa es todo un reto, y más si vas solo. Mudarte al extranjero te impulsa a dejar tu zona de confort, a vivir nuevas experiencias, a madurar, a conocerte más a ti mismo y a crecer personalmente. Consigues abrir tu mente y que tus horizontes se amplíen.
Aunque vayas con el alojamiento resuelto y tu manutención, habrá situaciones en las que tendrás que tener iniciativa y tomar alguna decisiones por tu cuenta.
Estando en el extranjero tienes la oportunidad de entablar amistad con gente diferente a ti, de otra cultura y con distintas formas de ver la vida. Esto te ayudará a entender la cultura y la forma de vivir de otros países. Todo esto te hará crecer como persona, madurar, pensar de una forma más global y empatizar. Esos amigos se convertirán en tu nueva familia en el extranjero.
Estas amistades te harán conectar con personas de distintos países y culturas. Quizá llegará un momento en el futuro en el que necesites algo de tus amigos de otros países. Cuando quieras viajar, establecer algún contacto laboral, etc.
Cuando salgas a estudiar en el extranjero tendrás la oportunidad de experimentar nuevas costumbres, formas de vida, sus saludos, horarios, gastronomía, horarios, su historia, etc. Quizá eches de menos la forma de vivir en España o su comida.
Además aprenderás a valorar todo lo que tienes en casa: familia, tu casa, tus comodidades, comunicación, forma de vida, etc.
Durante tu estancia en otro país podrás conocer las distintas formas de enseñanza que hay en el mundo.
Hay países en los que se usan distintas metodologías de aprendizaje: se les da más importancia al trabajo constante, otros al estudio final para un examen, y otros a la entrega de trabajos a lo largo del curso.
Los criterios de evaluación quizá también sean distintos.
En tu tiempo libre puedes aprovechar y visitar ciudades o países cercanos para seguir aprendiendo de la cultura y la gastronomía de la que ahora es tu casa. Hay países en los que resulta mucho más barato viajar que en España, por tanto, ¡debes aprovechar la oportunidad!
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